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Sociedad

Productos 'milagro': cuando la publicidad engaña y atenta contra la salud

El negocio mueve millones y juega con las necesidades de las personas.

Madrid

Cada vez con mayor frecuencia, gracias a la publicidad en internet, más personas caen en el engaño de ciertos productos que los vendedores presentan como "milagrosos".

Adelgazantes, quemagrasas, liporreductores, saciantes, atrapagrasas, anticelulíticos y lipoescultores, diseñados para aquellos obsesionados con la pérdida de peso, e incluso para quienes la obesidad constituye un problema serio de salud.

Productos contra el dolor, para el incremento de la potencia sexual, afrodisíacos o estimulantes, para el aumento del volumen de las mamas o la longitud del pene, para evitar la caída del pelo, incrementar la memoria, la visión y hasta de la inteligencia... hay "milagros" para todos.

Sin embargo, la magia pende del hilo de la ilusión o la desilusión y la mayoría de las veces la sostiene la ignorancia, pero sobre todo las trampas del marketing.

La publicidad juega con la necesidad y ha llegado a meterse en los terrenos de enfermedades graves o crónicas.

El sitio especializado en salud y nutrición Bienestar180 recuerda que algunos de estos productos que se presentan como la panacea se elaboran con plantas o sustancias de origen natural o sintético y no están sometidos a ningún estudio equivalente a los fármacos, ni cuentan con pruebas de eficacia ni de seguridad.

Rodolfo Rodríguez Carranza, del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), explica que para una empresa farmacéutica emprender el hallazgo de una molécula nueva, innovadora y no nociva puede tardar hasta 12 años y costar entre 500 y 1.000 millones de dólares. 

"La investigación farmacológica pasa por tres etapas: investigación clínica, preclínica y estudios de toxicología. Durante la clínica se hace síntesis de estructuras químicas. De 10.000 moléculas que estudiamos a través de los procesos de farmacología preclínica, muy pocas moléculas pasan a ensayo clínico: solo una o dos moléculas se autorizan para su uso en seres humanos", abunda.

"La farmacología preclínica implica una enorme cantidad de estudios que van desde detectar qué molécula ataca a cierta enfermedad, hasta hacer ensayos comparativos con fármacos de referencia, conocer los efectos biológicos del producto y hacer los estudios de farmacocinética (estudio del efecto que tiene en el organismo desde que se ingiere hasta su eliminación total)", comentó.

Recordó además que los estudios de toxicología analizan los efectos secundarios.

"Una vez que los resultados superaron todas las pruebas, se muestran a las autoridades sanitarias para ser analizados y dictaminados por expertos. Si la sustancia muestra un efecto útil en la terapéutica y no daña, se autoriza su prueba en seres humanos. Cuando se llega a esta fase, se está del otro lado", dice.

Es un camino largo que se saltan los productos milagro, que se presentan en pastillas, soluciones, geles, cremas, parches, jabones, ampolletas, y otros formatos.

Según recoge el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, en su web oficial, ciertos productos originan una mejoría inicial de carácter relativo y transitorio, que está motivada fundamentalmente por un estado de ánimo favorable, carente de bases científicas objetivas, por un simple efecto placebo.

Advierte que se produce un engaño al consumidor, ya que la utilización de estos productos "milagro" se traduce en una pérdida de dinero, sin la obtención de los resultados anunciados.

Como añadido, alerta que en muchas ocasiones el empleo de los "productos milagro" produce un perjuicio para la salud por seguirse una terapia inadecuada o por ocasionar una disfunción o abandono de tratamientos previamente establecidos por el médico, sin olvidar que para ciertas enfermedades, el tiempo es un factor decisivo y el uso de estas sustancias puede retrasar o impedir el inicio del tratamiento idóneo en el momento más adecuado.

Ni el noni cura el cáncer, ni la alcachofa, la cetona de frambuesa o la garcinia cambogia hacen bajar de peso.

En España el negocio que llevan adelante los vendedores de milagros mueve más de 2.000 millones de euros, según datos de 2015 divulgados por el programa televisivo Equipo de investigación.

En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) envió en abril de 2017 cartas de advertencia a 14 empresas, recomendándoles cambiar o eliminar la publicidad engañosa de sus sitios de internet respecto a ciertos productos.

La FDA alertó de forma específica sobre los productos que afirman curar el cáncer, ya sea en sitios online o en las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram.

Aunque algunos productos fraudulentos afirman curar diversas enfermedades y padecimientos, los publicitados para el cáncer a menudo utilizan cierto vocabulario específico.

La Dra. Nicole Kornspan, agente de seguridad del consumidor de la FDA, explica a los usuarios que deben reconocer ciertas frases como señales de alerta, entre ellas:

"Elimina milagrosamente las células y los tumores cancerosos. Reduce el tamaño de los tumores malignos. Elimina de manera selectiva las células cancerosas. Es más eficaz que la quimioterapia. Ataca a las células cancerosas, dejando intactas las células sanas. Cura el cáncer".

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