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Corrupción

Menos turistas y más inversiones hoteleras en Cuba: ¿qué hay detrás de todo esto?

La venta de los activos más lucrativos de la economía cubana podría estar a la vuelta de la esquina.

Miami
Hotel Paseo Del Prado, en La Habana. Marzo de 2021.
Hotel Paseo Del Prado, en La Habana. Marzo de 2021. Diario de Cuba

Cuando el 20 de marzo de 2020 el Gobierno cubano no tuvo más alternativa que, a regañadientes, cerrar el país por la pandemia del Covid-19, la industria turística nacional comenzaba un declive que ha derivado en estocada mortal a la maltrecha economía del país: se ha llevado consigo a más del 60% del cuentapropismo y al 50% de las remesas que entraban por vías informales. Pero si desastroso ha sido este desenlace para la economía y los cubanos, más desastrosa aun ha sido la estrategia del Gobierno para salir de un atolladero que, de momento, augura un resultado todavía más caótico que el de 2020.

La elite gobernante ha basado su estrategia en invertir los pocos recursos financieros disponibles en la construcción de nuevos hoteles, en lugar de comprar vacunas ya probadas para contener la pandemia y preparar al país para la temporada turística del segundo semestre. En un momento en que la tasa ocupacional hotelera en los últimos 15 meses ha sido de apenas 14.7%, el 45% de las inversiones se ha dedicado a la construcción de hoteles (Ver Figura 1), hecho que levanta fuertes sospechas de lavado de capital y señala hacia una inminente venta del país a compañías extranjeras en caso de que la economía no mejore.

Figura 1. Inversiones en Cuba por actividad económica, 2020.

Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)

Por otra parte, el Gobierno ha tratado de abrir al turismo internacional la cayería norte y Varadero con una respuesta muy pobre: los principales mercados emisores de turistas a Cuba están aún bajo el embate de la crisis generada por el Covid-19, en plena campaña de vacunación y de reapertura de sus respectivas economías.

La otra estrategia ha sido estimular el turismo nacional ofertando paquetes en dólares a una población que solo percibe pesos. Sin duda, una medida que va dirigida a que la estancia de los nacionales en hoteles sea financiada desde el exterior por familiares y amigos, dando continuidad a la mágica fórmula creada por el régimen: que el país sea mantenido por su diáspora y no por el resultado del esfuerzo y la generación de riquezas de sus ciudadanos.

La temporada alta se desplomó un 95%

La temporada alta del turismo nacional, que tradicionalmente aporta los mayores ingresos, declinó un 95%, lo que significa un arranque fatídico y la certeza de que 2021 será otro año perdido.

Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en los primeros tres meses del año Cuba recibió 48.163 turistas extranjeros, lo cual representa 94.94% menos que en 2020 y 96.72% menos que en 2019.

Los principales mercados, como Canadá, Estados Unidos y la comunidad de cubanos en el exterior, declinaron en 99.45%, 98.11% y 93.16% respectivamente en el primer trimestre. Ver Figura2.

Figura 2. Serie de arribo de turistas de los principales mercados emisores a Cuba, 2020-2021 (primer trimestre).

Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)

Llama la atención que el mercado que más turistas aportó a la Isla en el primer trimestre del año fue Rusia, con 21.467 vacacionistas. La cifra representó el 44.57% del total de turistas que arribaron al país en el período. Sin duda, una migaja solidaria de Vladimir Putin al régimen, después de haberle cortado recientemente 50 proyectos de inversión por falta de pago de la deuda.

Menor ocupación hotelera, mayor inversión en hoteles

Sin embargo, mientras se reduce el porciento de ocupación hotelera en el país, aumentan proporcionalmente las inversiones en la industria. Obviamente, una ecuación que no cuadra en una economía transparente y normal y que se rija por los preceptos y los estándares de mercado de cualquier sociedad moderna en el siglo XXI; pero sí en una economía dominada por una mafia en el poder con todo el control político y económico en sus manos.

En los últimos seis años (2015-2020), las inversiones en el sector turístico cubano han pasado de 1.575 millones de pesos a 4.139 millones de pesos, lo cual representa un descomunal crecimiento de 162.75%. (Ver Figura 3).

Figura 3. Serie de inversión en el sector turístico en Cuba, 2025-2020 (millones de pesos).

Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)

En esos seis años se han invertido un total de 17.614 millones de pesos, una cifra descomunal en un país que no tiene recursos para comprar medicinas ni alimentos. En este mismo período de tiempo el régimen tuvo ingresos de 20.130.75 millones de dólares por conceptos de remesas en efectivo llegadas desde el exterior. Por cierto, dólares que no llegan a manos de los cubanos, sino que se quedan en una cuenta bancaria de las empresas de GAE S.A en un tercer país.

Llama la atención que este creciemiento inusitado de las inversiones en el sector turístico se produce en un período caracterizado por la profunda crisis de liquidez en la economía del país, la pérdida de créditos internacionales por mora e incumplimiento de los pagos de la deuda externa con los principales acreedores, así como por la disminución de las exportaciones de los principales rubros. Y por si esto no fuera poco, hay que señalar el fuerte y acelerado declive que también ha tenido la industria turística en los últimos años, debido en primer lugar a la merma de emisión de turistas de los principales mercados relacionados con Cuba, y posteriormente por el impacto mundial y local que ha tenido la pandemia del Covid-19 en la industria.

En el período 2017-2019, según ha reportado la propia ONEI, el país construyó un total de 57 nuevos hoteles. De ellos, 25 de categoría cinco estrellas y 32 de cataegoría cuatro estrellas. Para esa fecha, el declive del turismo a Cuba comenzaba a profundizarse. Prueba de ello fue la disminución de la ocupación hotelera por parte del turismo internacional. En 2017, la cifra fue de 42.7%. Posteriormente continuó con el declive y en 2019 alcanzó la cifra de 36.8%. En 2020 llega el Covid-19 con todas sus consecuencias, que paralizaron la industria a nivel mundial. En este nuevo escenario la ocupación hotelera cayó abruptamente a un 14.7%. Ver Figura 4.

Figura 4. Serie ocupación hotelera del turismo internacional en Cuba, 2025-2020 (%).

Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI)

¿Cómo es posible entonces que, en 2020, en plena pandemia, el Gobierno cubano tuvo el año de mayores inversiones en el turismo, con $4.139 millones de pesos? ¿Cómo es posible que el país haya dedicado el 45.5% de las inversiones a una industria paralizada, mientras la población estaba siendo fuertemente impactada por la falta de alimentos y medicamentos? ¿Para qué construir más hoteles cuando la tasa de ocupación estuvo en cero por varios meses y al final del 2020 terminó con un bajísimo 14.7%, la cifra más baja de los últimos 30 años?

¿De dónde ha salido el capital para realizar tan audaces inversiones?

Por mucho que economistas y analistas se rompan la cabeza tratando de descifrar de donde ha salido el capital para mantener una inversión altamente creciente por seis años consecutivos, aun cuando la propia industria turística mostraba un nivel de ocupación por debajo del 50%, con una fuerte tendencia al declive y agravada en los últimos dos años por el impacto de la pandemia, es fácil comprender que en este ejercicio inversionista hay gato encerrado y por consiguiente muchas preguntas que necesitan ser respondidas.

Cuando las finanzas de un país se encuentran en un estado tan precario, con una falta de liquidez extrema, sin líneas de créditos, con la industria turística en declive y generando ganancias insuficientes, incapaces de solventar estas inversiones multimillonarias que ha llevado a cabo el Gobierno por medio del aparato empresarial de las fuerzas armadas principalmente, se hace imprescindible identificar las posibles fuentes de financiamiento que han tenido los militares cubanos.

Rápidamente saltan a la vista dos fuentes que pueden haber estado jugando un rol determinante en estas colosales inversiones turísticas: la venta de servicios médicos en el exterior y los envíos de remesas a la Isla, incluidas las recargas a teléfono celulares.

Como se ha documentado en decenas de estudios y denuncias hechas en Naciones Unidas, la venta de servicios médicos en el exterior es un negocio multimillonario que el Gobierno cubano ha logrado tejer en múltiples países y que involucra a decenas de miles de cubanos que de una forma u otra han participado en las llamadas misiones médicas. Dicho negocio se ha denunciado como una trata de esclavos, puesto que el Gobierno se apropia del 70-80% del salario que se paga por cada uno de estos profesionales contratados.

En 2018, el régimen ingresó 6.398.5 millones de dólares por este concepto, según publicó la ONEI. Sin embargo, el sistema de salud cubano está en ruinas, con problemas estructurales debido a la falta de mantenimiento y un gran deterioro físico en la mayoría de las unidades hospitalarias, además de una crónica falta de insumos y medicamentos.

La otra fuente de financiamiento son las remesas de los exiliados. Como es sabido, las remesas que se envían por los canales formales no llegan nunca a manos de sus destinatarios en la moneda en que fueron enviadas, puesto que el Gobierno cubano las entrega en la moneda local. Los dólares y euros enviados se quedan en una cuenta bancaria de GAE S.A en un tercer país. Qué hace la cúpula militar cubana con ese capital de miles de millones de dólares que recibe gratuitamente año tras año y que no es auditado por la Contraloría General de la República es una gran interrogante.

Si la industria turística apenas genera ganancias para su propio sustento y por consiguiente para hacer inversiones de la magnitud en que se han realizado en los últimos seis años, obviamente la probabilidad de que la venta de servicios médicos en el exterior y las remesas sean dos de las principales fuentes de financiamiento es relativamente alta.

Sin embargo, el país tiene que importar alimentos anualmente por alrededor de 2.000 millones de dólares, tiene que comprar insumos para la zafra azucarera y el resto de las industrias, materias primas para producir los medicamentos que se producen, tiene que invertir en insumos para la educación, la agricultura no cañera, etc. Por tanto, los ingresos percibidos por la venta de servicios médicos en el exterior y las remesas no son suficientes para hacer frente a todas estas necesidades de importación y al mismo tiempo cubrir el financiamiento de la industria hotelera.

Es aquí donde hay que preguntarse de dónde sale este voluminoso capital para financiar la construcción de hoteles en un mercado que detuvo su crecimiento en el 2017 (Ver figura 5), y a partir de entonces ha tenido un declive sostenido. ¿Existe una fuente de financiamiento no revelada por las estadísticas oficiales? Hay fuertes indicios de que sí.

Recientemente, en el Foro "Defensa de la Democracia en las Américas”, celebrado en Miami y organizado por el InterAmerican Institute for Democracy, en el que participaron presidentes y expresidentes latinoamericanos, el secretario general de la OEA y otras personalidades, varios participantes (Douglas Farah, Casto Ocando, Hugo Acha, Mairbot Petit y Carlos Sánchez Berzaín) mostraron pruebas en el panel "Democracia y dictaduras de crimen organizado", de la implicación del Gobierno cubano en operaciones de narcotráfico y lavado de dinero.

Figura 5: Arribo de turistas a Cuba, 2018-2020.

Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group a partir de las estadísticas publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información ONEI y el MINTUR

Esta denuncia abre un nuevo capítulo en la participación del régimen cubano en el lavado de dinero, el narcotráfico y crimen organizado. Lo cual trae a la memoria las causas I y II de 1989, que terminaron con la condena a muerte por fusilamiento del general de división Arnaldo Ochoa, Héroe de la República de Cuba, por participación en negocios de narcotráfico7; de su ayudante el capitán Jorge Martínez Valdés; el coronel Antonio de la Guardia y el mayor del MININT Amado Padrón; así como con la condena a 20 años de prisión al general de división y ministro del Interior en aquel entonces, José Abrantes, el cual moriría años más tarde en prisión, en circunstancias no esclarecidas.

Fueron momentos trascendentales que precedieron la severa crisis del "período especial". ¿Será que este patrón se repite nuevamente tres décadas después, cuando vivimos una crisis económica semejante a las de aquel entonces? Lo cierto es, como dice un viejo refrán, que cuando el río suena, piedras trae.

Conclusiones

Con una economía totalmente en bancarrota, con una crisis de liquidez extrema, sin líneas de créditos internacionales, con una deuda externa galopante y una economía irreformable, destruida e ineficiente, impactada además por los efectos de la pandemia, el régimen cubano se ha dedicado a construir decenas de hoteles en el país. Esta situación, a la que se suma una industria turística en declive y clausurada por el Covid-19, despierta una gran sospecha de lavado de capital.

Ante esta realidad distópica que vive la población cubana, es extremadamente repugnante que el Gobierno haya invertido más de 17.000 millones de pesos en la industria turística en los últimos seis años.

¿Cuál es el real objetivo de estas voluminosas inversiones? ¿Lavar el capital obtenido ilegalmente de las remesas y los salarios del personal médico contratado en el exterior, así como el de otras fuentes de financiamiento ilícitas y no transparentes, para convertirlo en activos financieros?

En un país donde el poder político, el ejecutivo y el legislativo son manejados y administrados por la misma elite, es muy fácil que ocurran estas anomalías financieras sin ningún escrutinio y al margen de la ley.

El falso cliché de que Cuba es un país comunista, donde se pregona a los cuatro vientos que los medios de producción son propiedad del pueblo, esconde una verdadera realidad: el país es controlado por una mafia militar que dispone y administra los recursos financieros a su total conveniencia, mostrando una vez más que el crimen organizado no tiene ideologías.

La mayoría de esas inversiones hoteleras han sido ejecutadas por la empresa de la elite militar GAVIOTA S.A, de la que se desconoce quiénes son sus accionistas y reales dueños. Dicha empresa posee la red hotelera más grande de Latinoamérica, con 105 instalaciones ubicadas en el país, las cuales cubren la gama de sol y playa, la de ciudades y la de turismo de naturaleza. En total, se trata de más de 40.000 habitaciones.

A falta de reformas estructurales profundas, y en medio de la crisis económica, es muy probable que en cualquier momento comience la venta de los activos más lucrativos de la economía cubana. Dentro de ellos, el sector turístico será uno de los de mayor valor.

Quizás sea esta la verdadera razón por la cual se han ejecutado estas colosales inversiones en circunstancias tan adversas. Al parecer, la venta de la piñata está al doblar de la esquina. ¿Quiénes se beneficiarán de estas posibles ventas? Sin duda alguna, no será el pueblo cubano, "dueño de los medios de producción", sino los accionistas desconocidos de estas empresas de la elite mafiosa-militar que controla el país.

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13 comentarios

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dio buena cantidad de vueltas para caer en el asunto

Profile picture for user ELSA33

El capital para financiar la construcción de hoteles en CUBA sale de las compañias extranjeras cadenas de hoteles (españoles, alemaña, Francia, etc..) Son ellos quien paguen la construccion de los hoteles en CUBA tambien de la renovacion. Despues unos años (10 à 12 años) de comercialisacion y exploitacion por la cadena y el gobierna bajo forma de sociedad Mixte, las cadenas de hoteles venden sus hoteles al govierno de Cuba con un precio muy bajo...
Ahora lo que me preocupo es que los compradores del estado de Cuba estan comprado con dineros que no tienen y que no tendran en el futuro para pagar a los proveedores quien importen los productos ahora mismo en la isla.
CUBA no tiene effectivo y no tiene linea de crédito con el estranjero.
El año 2022 va ser peor para todos, Cubano y para todos los que vendieron mercancia a el estado en 2021. Nunca podràn ser pagado de sus facturas.
Ojalà que lleve dineros del cielo.... con lluvia de dolares en Cuba ....
Suerte à todo en CUBA.

Si? Creía que las inversiones se hacían con lavado de dinero. Gracias por la clase

Profile picture for user Gualterio Díaz

La estrategia se ha filtrado por oficiales cercanos a Alejandro "El Tuerto" Castro: La Habana y Cuba serán Las Vegas del Caribe en cuanto termine la pandemia con que China está acabando con el mundo libre y a través de Hunter Biden se canalicen los flujos de turistas.

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¿qué hay detrás de todo esto? Tremenda lavadera de dinero...

Profile picture for user Ares I

Si vemos en la historia contemporánea el caso más parecido a este fue la URSS, donde toda su industria pesada y petrolera pasó a manos de los antiguos militares y jerarcas del PCUS.
En función de su habilidad y conexiones al comercio mundial unas se desarrollaron, otras fueron absorbidas por las más eficientes y eventualmente hubo una guerra de mafias con muchos muertos y violencia desatada por el control de todo este mercado.
Ese es uno de los temas por lo que muchos analistas prefieren tabla rasa y cero compromiso con la dirigencia actual a la hora de reedificar la nación.

El lavado de dinero del gobierno existe desde los primeros tiempos no es algo nuevo.

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Profile picture for user Plutarco Cuero

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Un impuesto sobre las importaciones de petróleo venezolano decretado por Beijing podría ser un mensaje para el régimen chavista, que exporta casi todo su petróleo al país asiático.

Profile picture for user Ares I

Alcalde, vea una directa de esta semana de Juan Juan al medio. (Creo que fue el martes 25) donde el hombre explica una discusión muy fuerte e/ masburro y el puesto a dedo a propósito de los envíos de petróleo venezolano, donde ya no se podían cumplir las cantidades pactadas a resultas de esa nueva situación. La cosa terminó bien caliente y el viernes 21, en represalia maduro prohibió el aterrizaje del vuelo regular habana-caracas. Un avión il 96 donde iban 178 médicos y dos diplomáticos enviados por raul para calmarle los ánimos a masburro.
La tripulación vivió verdaderos momentos de angustia, sin combustible para regresar y el control aéreo venezolano prohibiendole ingreso a su espacio aéreo. Al final Canel los mandó a tirarse a pepe y cojones, y se arriesgaron con 5 baterías antiaéreas apuntándole a un avión civil cubano.
Vea la directa pues el cuento fue bien interesante.
Ya las cosas e/ Cuba y Caracas no están muy bien. El biranato va siendo daño colateral de ese impuesto chino.

Profile picture for user Plutarco Cuero

Están preparando las naos ...

Respuesta: Lavado de dinero.