Varias decenas de cubanos residentes en Madrid conmemoraron el Día Internacional de los Derechos Humanos con una manifestación pacífica frente al Ministerio Español de Asuntos Exteriores para apoyar al Movimiento San Isidro y denunciar la represión en la Isla. La de Madrid fue una de las protestas convocadas por exiliados en ciudades como Miami, Nueva York, Bruselas y Ginebra, entre otras.
Como en las protestas realizadas durante más de diez días —desde el 22 de noviembre— en la Plaza del Sol y la entrada del Congreso de los Diputados, los cubanos exigieron el fin de la represión contra el Movimiento San Isidro (MSI) y el respeto de los derechos humanos en Cuba. A diferencia de las otras manifestaciones, en las que solo podían participar hasta 20 personas, esta contó con más de cien participantes.
Acciones como la de este jueves tienen detractores que cuestionan su utilidad para cambiar la situación en Cuba, ya que quienes toman parte están fuera de la Isla.
Yanelys Núñez, curadora de arte y miembro fundadora del MSI, respeta la opinión de quienes no tienen fe en este tipo de acciones, pero considera que esas son las herramientas con que cuentan los que están fuera y tienen que potenciarlas. "Partimos de deconstruir la imagen internacional que se ha construido el régimen. ¿Cómo? Pues que la comunidad cubana de la diáspora salga a la calle y desmonte esa imagen idealizada, permitida, aceptada y reproducida, principalmente por la izquierda que es blanca, racista, clasista y machista".
"Tenemos que hacer presión sobre las instituciones y los espacios que tienen convenios económicos en Cuba. Nosotros podemos salir a la calle a visibilizar lo que ocurre en Cuba y buscar protección para los artistas, los activistas, los periodistas independientes, para toda esa sociedad civil que está dentro".
La cubanoespañola Elena Larrinaga, directora del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que justo cumple 10 años de fundado en esta fecha, coincide en que la visibilidad internacional es muy importante y recuerda que durante décadas ha sido muy difícil convencer a los europeos de la realidad de Cuba. "Creo que el Movimiento San Isidro y todo este apoyo exterior que está teniendo ha abierto muchos ojos y muchos oídos. Por eso es importante estar aquí, por eso es importante un talante pacífico, porque es la otra cara de la moneda que está reflejando el régimen. Hay que tener en cuenta que (el régimen) de Cuba ha sobrevivido gracias al apoyo o al silencio internacional".
Mientras en Cuba se reprimía al MSI, la Unión Europea estaba negociando con el Gobierno. Larrinaga no considera que negociar sea malo. "Lo importante es el contenido de la negociación. Le hemos pedido al Parlamento Europeo que no ceda. No se puede jugar a las cartas con gente que hace trampa".
Los manifestantes frente al Ministerio de Asuntos Exteriores no se limitaron a protestar. También elaboraron un informe sobre cómo el Estado cubano viola cada uno de los artículos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que es signatario.
El informe ha sido entregado en la Cancillería española, en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, en el Parlamento Europeo, además de hacérsele llegar a los gobiernos de ocho países. Fue traducido al inglés, al francés y al portugués, explicó Lázaro Meirelles coordinador de Somos Más en España y coordinador internacional de Acciones por la Democracia, una de las agrupaciones que organizaron esta protesta y las anteriores.
Meirelles leyó un comunicado que cuestiona la complicidad del mundo con el régimen cubano y el hecho de que se le haya otorgado nuevamente un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"¿Hasta cuándo firmar convenios de colaboración que parten de este ministerio frente al cual hoy nos hemos concentrado, sostener injustos acuerdos de diálogo y cooperación, oxigenarles cuando es de sobra sabido que los millones jamás irán a parar a beneficios del pueblo hambriento y oprimido?", preguntó.
Durante la manifestación se leyeron los nombres de los presos políticos que mantiene el régimen cubano.
La concentración también fue escenario para la proyección del vídeo colectivo "Soy de un país" y la lectura del texto íntegro con el mismo título, que está colgado en el muro en Facebook de Masiel Rubio, actriz y editora cubana radicada en Madrid, que ha asistido a todas las manifestaciones.
Masiel Rubio cuenta que la idea surgió porque, cada vez que protestaban, los españoles se les acercaban y les preguntaban por qué. Era difícil que los españoles entendieran el porqué de la huelga del MSI y lo sucedido en el caso de Denis Solís. No entendían cómo funciona Cuba.
"Siempre terminábamos explicando es que nosotros somos de un país que vive en estas condiciones. Mucha gente en España se está desayunando ahora. Existe el mito de que Cuba es una especie de paraíso".
La manifestación no terminó sin que los participantes se sumaran al reto "Bailemos un guaguancuir", convocado días antes en las redes en solidaridad con los miembros del MSI en La Habana.
