La vasija comprada en Honest Ed's,
maravilloso bazar que ya no existe.
El pozuelo de barro de Izamal,
en suelo yucateco.
La taza de Baviera,
que es una sola remembranza.
La paloma trazada a carboncillo
que ahuyenta mis quimeras
en lo hondo de la noche.
La inflexible placa de madera
que cargué desde Madrid
con su "HAI EXCOMUNION…"
y no estremece a nadie.
La fuente labrada en Bergen,
de un vidrio de soles escarlata.
La imagen de los Reyes
esculpida por mi madre
en un atardecer también de arcilla.
La foto en que sonrío sin imposturas
con la monarca de un reino apacible.
Las plantas que me hablan.
Los libros que no leo.
El antiguo mapa de la isla,
rotundo, luminoso.
Néstor E. Rodríguez nació en La Romana, República Dominicana, en 1971. Ha publicado los libros de poemas El desasido (El Billar de Lucrecia, México, 2009) y Limo (OrganoGrama, Brasil, 2018). Ha reunido esos libros y uno anterior en el recientemente aparecido Poesía reunida (Zemi Books, República Dominicana, 2019). Este poema pertenece al libro inédito Los planetas interiores.