Seis militantes de movimientos sociales brasileños comienzan este martes una huelga de hambre para exigir la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde el 7 de abril en la ciudad de Curitibá para cumplir una condena de 12 años de prisión por corrupción.
El ayuno iniciará a las 4:00PM (hora local) en las inmediaciones del Supremo Tribunal Federal (STF) y será por tiempo indefinido, según dijo el integrante de la coordinación del Frente Brasil Popular (FBP), Joao Pedro Stédile.
"Son pocas las personas que tienen el coraje de tomar una decisión así, pues no se trata de un ayuno de uno o dos días, sino de una huelga que no tiene fecha para terminar", manifestó Stédile, citado por la estatal Prensa Latina.
Los cuatro hombres y dos mujeres beberán agua y estarán acompañados por un médico para evitar riesgos mayores.
La protesta se enmarca dentro de las marchas por todo el país organizadas por el Partido de los Trabajadores (PT), fundado por el propia Lula en 1980. Las movilizaciones cerrarán el 15 de agosto con un gran acto en Brasilia donde se registrará la candidatura de Lula.
Lula pretende disputar las elecciones presidenciales de octubre pese a estar encarcelado, a que afrenta otros seis procesos judiciales y que está virtualmente inhabilitado debido a que la legislación veta las aspiraciones de personas cuya condena ha sido confirmada por tribunales de segunda instancia, como en su caso.
Con tales impedimentos, no obstante, el exjefe de Estado es el máximo favorito en las encuestas para ganar las elecciones, y los últimos sondeos le atribuyen un apoyo del 33%, más del doble de su principal rival, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro (15%).
"Lula es un preso político y cualquier impedimento a su candidatura configura una medida autoritaria contra la soberanía popular", afirmó Jaime Amorim, dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), citado por el diario Página12.