La Justicia brasileña ratificó este miércoles la condena por corrupción pasiva y lavado de dinero contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) en una causa relacionada con el escándalo en la petrolera estatal Petrobras, informa EFE.
La decisión, adoptada por un tribunal de segunda instancia de Porto Alegre, abre la puerta a la inhabilitación política de Lula y deja en manos de la Justicia electoral su posible candidatura presidencial.
Dos de tres jueces votaron a favor de mantener la condena contra Lula por recibir sobornos y por blanqueo de dinero. Además respaldaron la petición de los fiscales de elevar la sentencia a prisión para el político, que está en libertad porque sigue habiendo alternativas de apelación, precisa Reuters.
Lula, de 72 años, fue condenado en julio de 2017 a nueve años y medio de prisión por aceptar 3,7 millones de reales (1,18 millones de dólares) en sobornos de la firma de ingeniería OAS. El caso involucra un apartamento en el balneario de Guarujá y está enmarcado en la operación "Lava Jato" (Lavado de Coches) que investiga una red de corrupción en torno a la petrolera bajo control estatal Petrobras.
Lula, el primer presidente de la clase trabajadora de Brasil que gobernó el país entre 2003 y 2010, todavía puede apelar para retrasar una decisión final y evitar ir a la cárcel.
"Estoy extremadamente tranquilo y consciente de que no cometí ningún crimen", había dicho Lula la mañana del miércoles en su cuenta de Twitter antes de que hablaran los jueces.
El juez del tribunal de apelaciones Pedro Gebran desestimó los argumentos de los abogados defensores de que la condena por recibir un soborno y blanqueo de dinero carecía de pruebas y estaba motivada políticamente. El magistrado Leandro Paulsen también respaldó las dos condenas.
"Lamentablemente, Lula se corrompió", dijo durante el juicio del miércoles el fiscal del Ministerio Público Mauricio Gerum, que agregó que es difícil imaginar que un sistema de drenaje de las arcas de la petrolera hubiese ocurrido sin que el entonces presidente de la república lo supiera.
Decenas de miles de partidarios han protestado en las calles de Porto Alegre contra lo que ven como una persecución política al icono de la izquierda brasileña, que había sido condenado en primera instancia por el juez Sergio Moro.
La exclusión de Lula de las elecciones cambiaría radicalmente el panorama político antes de una campaña en la que es el favorito, con el 36% de la intención de voto, según Datafolha. Eso es el doble del porcentaje de su rival más cercano, el legislador de extrema derecha Jair Bolsonaro, cuya campaña se ha visto impulsada por el sentimiento antiLula.