'Algún día tenemos que aprender de las lecciones, de los desastres sufridos en meses pasados', opina Enrique Diego Arango, jefe del Servicio Sismológico Nacional.
El organismo mundial incluye al huracán Rafael y los dos sismos en el oriente cubano en una actualización de su plan de acción, cuya recaudación entregará al Gobierno.
Una semana después de los peores terremotos de los últimos 30 años, el gobernante se limitó a decir a los cubanos afectados: 'vamos a ver que ayuda podemos darles desde el país'.
En otro fin de semana negro para toda Cuba, la electricidad en Artemisa llega a poco más del 50% de los clientes, mientras la FAO anuncia donaciones por 680.000 dólares para los damnificados de Oscar.
Entre la desidia del Gobierno, la imposibilidad de levantar una casa con recursos propios y la condena a vivir en condiciones precarias en un albergue: así viven aquellos que lo perdieron todo.
Cientos de hogares en Granma permanecen sin corriente, sobre todo en Bartolomé Masó y Campechuela, producto de afectaciones a la infraestructura eléctrica.
La Casa del Caribe, de Santiago de Cuba, ha organizado una 'ceremonia de alimentación a la tierra' y un rezo para 'calmar la furia de las tormentas y los desastres'.
'Parecíamos una manada de vacas a la desbandada, intentando correr y alejarse del peligro', dice un residente en uno de los edificios más altos de la ciudad.