'El dinero y el poder que acumularon los narcos colombianos en los años 80 no hubiesen sido posible sin la complicidad de los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas.
Patricio de la Guardia es liberado e Ileana de la Guardia sigue esperando una disculpa del régimen castrista por el fusilamiento de su padre en el caso Ochoa.