La joven crítica de arte Isel Arango, editora de la revista La Hora de Cuba, fue citada, interrogada y amenazada el martes por la Seguridad del Estado de Camagüey, denunció el director de la revista independiente Henry Constantín Ferreiro.
"Miedo al arte, miedo al periodismo, y un grandísimo y enfermizo miedo a la libertad es lo que tienen esos señores frustrados que fueron contra ella", dijo Constantín en un mensaje en su perfil de Facebook en el que también incluyó las declaraciones de la joven.
"(…) En la mañana de hoy (martes) fui entrevistada por la Seguridad del Estado por primera vez. Recibí la citación a las 8:30AM en mi casa de la calle Santa Rosa a través de un oficial de inmigración, y el encuentro tuvo lugar en las oficinas de Inmigración situadas en el reparto Vista Hermosa, Camagüey", precisó.
Según Arango, "el objetivo de la entrevista fue claramente la intimidación", pues no faltaron "las advertencias y amenazas" sobre las consecuencias que podrá tener para ella y su familia un próximo viaje a Chile que tiene previsto.
"La entrevista no fue breve, pero los detalles me parecen irrelevantes. Entre otras cosas pude constatar cuán limitada concepción de las libertades individuales tienen estas personas, si es que tienen alguna", explicó.
"Según ellos, nuestro 'bondadoso' Gobierno nos permite incluso tener ideas u opiniones contrarias a él, siempre y cuando no actuemos de acuerdo con ellas. ¿Acaso no es ese el significado de la palabra represión? Y, ¿es que podrían, si quisieran, prohibirnos pensar diferente?", añadió la periodista.
De acuerdo con el testimonio de Arango, los represores le dijeron que ella ya "había tenido oportunidad" de expresarse y la "había desperdiciado al no asistir al 'debate' del referendo y a la posterior votación del 24 de febrero".
Por "este razonamiento, usted solo puede ejercer la libertad de expresión una vez en la vida y con previa autorización del Gobierno. En fin, si no fuera por lo lamentable de la situación podríamos reírnos de sus argumentos. Yo, por lo pronto, seguiré ejerciendo mis derechos, que para eso son", concluyó.
El régimen, que controla todos los medios de comunicación legales en Cuba, mantiene un blindaje contra la prensa independiente amparado por el Artículo 53 de la Constitución, el cual prohíbe la existencia de medios de comunicación privados.
El propio Código Penal incluye disposiciones que permiten juzgar el ejercicio de la libertad de prensa como delito contra la seguridad del Estado. Además, el régimen ha creado leyes, como la 88, conocida como Ley Mordaza, con apartados destinados a reprimir al periodismo independiente.
Por ese aparato legal, entre los 75 disidentes enviados a prisión en la primavera de 2003 unos 27 eran periodistas independientes.
Constantín Ferreiro ha denunciado reiteradamente "sucesos más de agresividad" que atribuye a los esfuerzos de la Seguridad del Estado para desarticular la publicación que dirige.