Las autoridades locales dejaron sin taller al artista Luis Manuel Otero Alcántara, uno de los promotores más activos dentro de la campaña contra el Decreto 349 que criminaliza el arte independiente en Cuba.
"Por presión del Gobierno, el Centro Comunitario Pilar-Atarés decidió cerrar el contrato y expulsarme de mi estudio en mi natal Cerro", publicó Otero Alcántara en su perfil en Facebook.
El local donde trabajaba pertenecía a este centro comunitario del municipio capitalino, precisó su pareja, la historiadora del arte Yanelys Núñez Leyva.
"Los centros comunitarios no son para los vecinos de un barrio, son para los que se portan bien. Más de su hipocresía", denunció Núñez Leyva en una respuesta al propio mensaje.
Otero Alcántara, Núñez Leyva y otros dos activistas fueron detenidos la semana pasada para impedir una acción de meditación convocada en 23 y G, en La Habana, dentro de la propia campaña contra el Decreto 349.
En las últimas semanas, las autoridades han arreciado la represión contra los artistas que promueven la iniciativa.
El rapero Maykel Castillo "El Osokbo", quien está encarcelado desde septiembre en la prisión habanera de Valle Grande, se encuentra en huelga de hambre en demanda de su libertad.
Lázaro Leonardo Rodríguez Betancourt "Pupito En Sy", que fue detenido y acusado de "atentado", también lleva varios días plantado.
En agosto pasado, la organización Amnistía Internacional (AI) expresó su preocupación por el hecho de que las detenciones de artistas en Cuba sean una mala señal de la política cultural de la administración del gobernante Miguel Díaz-Canel.
AI recordó que el Decreto 349, uno de los primeros firmados por Díaz-Canel en abril y que entrará en vigor en diciembre, ha provocado protestas de artistas independientes en el país.
Precisamente, Otero Alcántara y otros artistas que se oponen a la regulación han convocado a reunirse de forma pacífica frente al Ministerio de Cultura desde el 3 de diciembre hasta el 7 de diciembre. Ese último día se hará efectiva la normativa.
El 349 estipula castigos contra quien autorice o permita servicios artísticos que no hayan sido "aprobados y contratados por la institución cultural a que corresponda".
Asimismo, penaliza a quien "como artista individual o actuando en representación del colectivo a que pertenece, brinde servicios artísticos sin la autorización de la entidad que corresponda", y a quien "preste servicios artísticos sin estar autorizado para ejercer labores artísticas".