La noche no será eterna. Peligros y esperanzas para Cuba, el libro que el opositor cubano Oswaldo Payá terminó poco tiempo antes de su muerte en 2012, fue presentado este miércoles en Miami por un grupo de periodistas y escritores, reporta EFE.
La viuda del que fue fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Ofelia Acevedo, autora del prólogo; su hija Rosa María, que encabeza el movimiento Cuba Decide, y los periodistas David E. Hoffman, editor de The Washington Post, Roberto Rodríguez Tejera y Carlos Alberto Montaner fueron los protagonistas del acto.
La presentación tuvo lugar en la Ermita de la Caridad, un lugar de devoción y encuentro para los cubanos de Miami y donde Payá se reunió con los exiliados en el año 2002, después de haber recibido el Premio Sajarov.
El propósito de este libro escribió su autor— es "ayudar a descubrir que (los cubanos) sí podemos vivir el proceso de liberación y reconciliación y caminar al futuro en paz".
Su hija Rosa María, dirigente del movimiento Cuba Decide, que promueve la celebración de un plebiscito para que el pueblo cubano se pronuncie sobre el sistema político bajo el que desea vivir, considera que el legado de su padre está vivo seis años después de su muerte, que ella y su familia consideran que fue producto de un "atentado".
El pasado 22 de julio se cumplieron seis años de las muertes de Payá Sardiñas y del también disidente Harold Cepero, en un suceso que las autoridades cubanas presentaron como un accidente de tránsito, pero que la familia del líder opositor considera un asesinato de la Seguridad del Estado.
Defiende que un vehículo del régimen cubano persiguió y embistió el auto en el que viajaban Payá y Cepero.
En recientes declaraciones a EFE, Rosa María Payá dijo que en este libro su padre "hace una reflexión sobre cómo y por qué los cubanos hemos llegado a este punto de la historia y cómo podemos salir".
Payá comienza explicando su "intención" al escribir este libro, en el que reflexiona, entre otras cosas, sobre la "descristianización", "la cultura del miedo" y el "asalto a la familia", pero también habla de educación, de economía, de corrupción, de clases sociales y de la "hora del cambio" en Cuba.
La última parte está dedicada a la reconciliación. El epílogo significativamente se titula "Hay que soñar".
En el prólogo, Ofelia Acevedo dice que la "verdadera vocación" de su esposo fue "la búsqueda incesante de caminos pacíficos que permitiesen a los cubanos conquistar los derechos fundamentales que nos han sido negados por la dictadura castrista".
"De ahí la fuerza de su liderazgo, que trasmitía confianza, seguridad y optimismo a los que lo escuchaban, devolviéndoles una nueva esperanza", afirma su viuda.
Hoffman, ganador del Premio Pulitzer 2010 y uno de los presentadores de la obra, considera La noche no será eterna un "faro para el futuro de Cuba".