El líder del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), Eduardo Cardet, "tiene que soportar la violación constante de sus derechos en la prisión Cuba Sí, en Holguín", denunció a Radio Martí su esposa Yaimaris Vecino.
"Eduardo no tenía conocimiento de la denegación de la libertad condicional, lo supo este jueves en una llamada de muy pocos minutos. Ahora solamente le están permitiendo llamar cinco minutos, una vez por semana", precisó su esposa al medio miamense.
El pasado 18 de Mayo al opositor se le practicó una biopsia y a pesar de estar el resultado, aún no han informado ni a Cardet ni a su familia. Según denunció el MCL en su página web, las autoridades han alegado que "es un agente especial quien debe comunicarle el resultado".
"Es importante conocer el resultado para el tratamiento que necesita en la lesión que tiene", dijo Yaimaris en sus declaraciones para Radio Martí.
#DíazCanel @CubanetNoticias UN MINUTO POR #EduardoCardet Para secundar Llamado urgente de Amnistía Internacional por Eduardo Cardet que pide se envíen emails a Presidente y Ministro del Interior de Cuba reclamando su libertad https://t.co/roA82i986M
— MCL (@oswaldopaya) 22 de junio de 2018
EL MCL ha lanzado una campaña para pedir "la restitución de las visitas en prisión a Eduardo Cardet y su libertad", para lo que ha pedido a todos los simpatizantes con su situación que dirijan cartas a las autoridades cubanas.
Cardet, recluido en la cárcel holguinera Cuba Sí, cumple tres años de cárcel por el supuesto delito de "atentado". Esta es una de las figuras legales que el régimen utiliza rutinariamente para encarcelar opositores.
El opositor, médico de profesión, fue detenido con violencia frente a su casa en la localidad de Velasco, Holguín, el 30 de noviembre de 2016, cinco días después de la muerte de Fidel Castro.
El líder había sido amenazado con cárcel por su promoción del proyecto "Un cubano, un voto" para una nueva ley electoral, que los propios activistas del MCL estaban entregando personalmente a los diputados de la Asamblea Nacional.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) lo declaró "prisionero de conciencia".