Opositores cubanos y venezolanos alertaron este jueves en Washington del momento clave actual para el futuro democrático de sus países, e instaron a la comunidad internacional a hacer más fuertes sus denuncias contra los gobiernos de Nicolás Maduro y Raúl Castro, en vez de ser "cómplices" con su silencio, reportó EFE.
Dado el inminente cambio de poder en Cuba, así como la convocatoria de elecciones en Venezuela, los opositores subrayaron la importancia de pelear contra "las mafias" que, en sus palabras, lideran sus países, y luchar por una transición democrática.
El expresidente del Parlamento venezolano y miembro de la oposición Julio Borges llamó a los países de la región a tomar medidas concretas para frenar las maniobras de Maduro para permanecer en el poder, e insistió en que no sean solo palabras.
"Nosotros pensamos que en este momento no solo Europa y EEUU, sino también América Latina, debe dar pasos concretos para el futuro de Cuba y Venezuela. Ahora se está dando la batalla más importante por la libertad del siglo XXI", aseguró, durante un foro sobre la situación de ambos países en la Universidad George Mason.
Borges insistió en la necesidad de "profundizar la presión democrática" para "pasar de la poesía a las matemáticas", es decir, aclaró, pasar "de unas posiciones políticas que han sido extraordinariamente buenas, a tomar medidas concretas".
Patricia Gutiérrez, esposa del opositor venezolano encarcelado Daniel Ceballos, consideró que "el apoyo de la Unión Europea (UE) y EEUU es fundamental", pero advirtió que no pueden ser "cómplices de estos regímenes" a través de "la omisión y el silencio".
"El pueblo cubano y el pueblo venezolano viven la misma consecuencia de estar sometidos a la misma mafia. No son regímenes distintos, son el mismo régimen" vinculado al "terrorismo internacional y al narcotráfico", aseveró.
Por su parte, Rosa María Payá, hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, insistió en que dos años después del intento de apertura hacia la Isla del expresidente de EEUU Barack Obama, Cuba "está peor de lo que estaba".
"Estamos a 30 días de que Raúl Castro designe a dedo a su sucesor", alertó la activista en alusión al esperado nombramiento de Miguel Díaz-Canel como próximo presidente de Cuba.
Payá fue dura con el Parlamento Europeo, patrocinador del acto en la George Mason, al señalar que la comisaria de Exteriores de la UE, Federica Mogherini, denominó a Cuba "democracia de partido único".
"Estoy sorprendida por la invitación a un evento con la UE, especialmente después de escuchar, en mi opinión, el insulto de quien es la cabeza de la diplomacia europea, la señora Mogherini, llamando a Cuba una democracia de partido único", subrayó.
"Es muy grave la impunidad que se le da a ese régimen, a los responsables del asesinato de mi padre, a los responsables de que Berta Soler no esté con nosotros hoy, es muy grave que se les dé ese nivel de legitimidad", añadió en referencia a la líder de las Damas de Blanco, a quien el Gobierno de Castro le impidió viajar a Washington para este acto.
Payá le pidió a la UE que "ante la realidad tan específica y agravante" de estar a un mes de que se implemente "una sucesión dinástica" en Cuba, den un paso adelante para apoyar un plebiscito libre e informado para promover el cambio del sistema en Cuba.
El disidente Guillermo "Coco" Fariñas, conocido por sus numerosas huelgas de hambre contra el Gobierno de Castro, insistió en la misma línea en que "los Gobiernos totalitarios necesitan tener complicidad" para mantenerse en el poder, y llamó a la comunidad internacional a continuar presionando.
Fariñas confió en que "la dictadura" será derrotada en Venezuela "porque aún tiene una sólida sociedad civil", pero advirtió de las consecuencias del "problema" que puede surgir en México, en alusión velada al liderazgo del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que encabeza las encuestas para las presidenciales de este año.
"América Latina se nos puede convertir en el Medio Oriente. No solamente tenemos que pensar en Cuba o en Venezuela, sino en el mundo", aseveró.