El Instituto Internacional de Artivismo Hanna Arendt (INSTAR), que dirige la artista Tania Bruguera, cerró su tercer ciclo de conferencias la noche de este lunes con un maratón de performances y audiovisuales bajo el título ¿Cómo estar preparado para lo (im)predecible?, el cual tuvo como curadores a la polaca Joanna Warsza, el alemán Florian Malzacher y el cubano Abel González Fernández.
La muestra ofreció un amplio espectro de obras que tienen como punto en común haber sufrido la censura gubernamental en tiempos recientes. Entre ellas destacan el documental Nadie, de Miguel Coyula, sobre la vida del poeta Rafael Alcides, y la obra teatral Psicosis, dirigida por Adonis Milán. En ambos casos, la Seguridad del Estado impidió exhibiciones en la galería independiente El Círculo.
Entre los performances presentados en INSTAR, el del artista Luis Manuel Otero Alcántara suscitó el debate y la polémica al sugerir cuáles estatuas y cuáles no deberían conservarse en caso de que hubiera un cambio de régimen en la Isla.
El artista cuestionó en abril del pasado año la eliminación del busto del líder comunista Julio Antonio Mella de la antigua Manzana de Gómez, donde se ha instalado el primer hotel cinco estrellas plus de Cuba, el Manzana Kempinski.
Otero Alcántara dijo que le gustaría conservar todas las estatuas actuales y colocar otras de acuerdo a los nuevos tiempos, mientras el activista y colaborador de DIARIO DE CUBA Boris González Arenas opinó que debería hacerse una consulta popular sobre este asunto, aunque consideró pertinente eliminar todas las estatuas y frases de personajes como el Che Guevara, por considerarlo "un asesino".
Otro momento relevante fue la exhibición de un fragmento del corto Isla-Island del realizador Nonardo Perea, donde con un lenguaje muy directo se aboga por la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y los derechos de la comunidad LGBTI.
Se muestra además a un Fidel Castro homófobo y machista en discursos en los que exige sacrificio y cero blandenguería a los "verdaderos revolucionarios".
En otro momento del maratón, Tania Bruguera explicó la razón de ser de INSTAR. Señaló que es un proyecto para que los artistas cubanos tengan un espacio de libertad. "Considero que la Revolución cubana se convirtió en un proyecto mediocre que debe ser totalmente cambiado", subrayó.
La noche culminó con un conversatorio entre el curador Abel González y el artista visual Julio César Llopiz, quien presentó una panorámica de una de las últimas tendencias en el gusto musical de los más jóvenes: el trap, una mezcla de hip-hop y reguetón que paulatinamente se ha instalado en las preferencias y que empieza a despuntar con una fuerza en el mercado de la música.
Las últimas obras de la artivista Tania Bruguera le han costado la represión del régimen y ataques de la prensa oficial.