La Fiscalía Municipal de Holguín amenazó a las activistas Anairis y Adairis Miranda Leyva con penas que podrían incluir cárcel si continuaban "impidiendo" que sus hijos asistieran a la escuela.
En una respuesta a una reclamación presentada por las hermanas opositoras a la que tuvo acceso DIARIO DE CUBA, la fiscal municipal Susana Elena Ricardo Proenza y la fiscal jefa, Nereyda Figueredo Ricardo, citan el artículo 315, apartados 1 y 3 del Código Penal.
Según el mencionado acápite, "el que induzca a un menor de edad a faltar a la escuela, rechazar el trabajo educativo inherente al sistema nacional de educación o a incumplir sus deberes relaciones con el respeto y amor a la patria incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas".
Las activistas habían presentado una reclamación según la cual, sus hijos, Tahimí y Alain Rodríguez Miranda, habían sido ofendidos por un compañero de estudios, la madre de este y una profesora.
Según las opositoras los niños habían sufrido maltratos verbales e incluso físico, "ataques políticos" y "actos de repudio" por padres y maestros, y —tal como recoge el texto de la Fiscalía— las demandantes describieron la situación como "insostenible" con "peligro para sus vidas y las de los niños".
El documento admite una situación particular con los niños tras una discusión iniciada entre compañeros, pero se refiere a formas "descompuestas" con que la familia de activistas habría manejado el suceso.
La Fiscalía municipal dice que se investigaron los hechos y que "no se comprobó que los niños hayan sido maltratados de forma física, o que se realicen en la escuela actos de repudio, ataques políticos" y argumenta que "incluso Tahimí y Alain no asisten a los matutinos".
El documento vuelve a citar la legislación cubana, en particular el artículo 85 del Código de Familia según el cual "los padres tienen el deber de atender la educación de sus hijos, inculcarles el amor al estudio, cuidar de su asistencia al centro educacional… inculcarles el amor a la patria, el respeto a sus símbolos y la debida estimación a sus valores, las normas de convivencia y de la moral socialista, inspirarles con su actitud y con su trato el respeto que les deben y enseñarles a respetar a las autoridades, a sus maestros a las demás personas".
Anairis y Adairis Miranda Leyva afirmaron que no llevarán a sus hijos a la escuela y que afrontarán las consecuencias. "Estamos cansados de los golpes, agresiones y ofensas", señalaron.
Las dos activistas y su hermano Fidel Batista Leyva estuvieron en huelga de hambre durante 26 días el pasado mes de junio.
Los hermanos holguineros fueron arrestados el 27 de noviembre de 2016, dos días después de la muerte de Fidel Castro, y condenados a un año de prisión por supuestos delitos de "difamación de héroes y mártires y desorden público" durante los funerales del dictador.
A finales de marzo, durante la primera huelga de hambre de los hermanos, Amnistía Internacional los declaró "prisioneros de conciencia" y exigió su liberación "inmediata e incondicional".