La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) lamentó este martes "la triste y dramática situación" que atraviesa la Isla después de que el huracán Irma se ensañara con una nación ya "depauperada y en ruinas" y reivindicó el derecho de la sociedad civil independiente a gestionar ayuda monetaria y material sin gravámenes.
"La catástrofe causada por Irma en Cuba ha evidenciado, nuevamente, la desgracia que significa un régimen totalitario", apuntó en una declaración que hizo pública en su página web oficial.
"Ha golpeado a un pueblo que no cuenta con la flexibilidad del libre mercado. Un país en el que las fuerzas productivas han sido asfixiadas por un entramado de leyes y regulaciones. Las fuerzas de la innovación en Cuba no tienen libertad para crear nada", señaló.
Por esa razón, argumentó, "en tiempos de furiosos embates de la naturaleza están impedidas de trabajar a plenitud en la reconstrucción económica y social de la nación" y consideró que "ningún otro país del hemisferio se halla en tan triste y dramática situación".
"No hay en la isla empresas privadas ni sólidas instituciones independientes de la sociedad civil. Ellas podrían coadyuvar a reparar los daños. Como consecuencia de una ideología dogmática y empobrecedora, cada vez más cubanos viven sumergidos en una lacerante miseria", añadió la organización de derechos humanos.
Condenó que una semana después del paso del meteoro, Raúl Castro no se hubiera presentado en "ningún lugar a ver los daños como Jefe de Estado" y sostuvo que "desde su confortable bunker, el dictador tenía el impudor de llamar al pueblo a 'confiar en la revolución'".
La FHRC recordó que solo en La Habana 975 viviendas se derrumbaron totalmente o perdieron todo el techo. Otras 986 se derrumbaron parcialmente y 1.555 perdieron parte del techo. En total 4.288 viviendas fueron afectadas por el huracán. Miles de viviendas corrieron igual suerte en todo el país, que tenía ya un déficit habitacional cercano al millón de inmuebles.
"Decenas de miles de personas perdieron todos sus bienes personales (muebles, refrigeradores, televisores, lavadoras, colchones, etc.) La mayoría probablemente no podrá nunca recuperarlos todos, sobre todo quienes no tienen familiares en el exterior", lamentó.
Asimismo hizo reciento de las afectaciones en la industria turística, la agricultura, los servicios y la infraestructura vial.
"El panorama es desolador. Ahora, con el desastre causado por Irma se evidencia con tozuda nitidez el crimen de lesa humanidad que constituye la dictadura militar de la familia Castro. No es justo que todo un pueblo sea sometido durante casi 60 años, por un puñado de privilegiados corruptos y déspotas, divorciados de las 'masas' que dicen representar", declaró.
Para la FHRC, "en medio de esta dramática situación la elite de poder cubana pretende seguir administrando el país como si estuviera en la década del ochenta del siglo pasado y la URSS la subvencionara todavía".
"La elite de poder cubana decide qué donaciones acepta y cuáles rehúsa. Se apropia de ellas y vende a los damnificados lo que estaría obligado a entregar de manera gratuita según lo establecen prácticas universales. Distribuye lo que otros donan para recibir el crédito de los beneficiarios. Y despilfarra ríos de tinta para machacar su propaganda de que 'la revolución' se hará cargo de todos y para eso va a recibir ayuda internacional", apuntó.
La organización calificó como "cinismo" que el banco de GAESA, "el holding de los militares", anunciara que "abría una cuenta para quien deseara enviar donativos en moneda libremente convertible, mientras que los productos en la cadena de tiendas de esa entidad ya comienzan a dispararse".
"Frente a esa bofetada farisea a la dignidad de los cubanos, es imprescindible reivindicar el derecho de la sociedad civil a gestionar, recibir y distribuir donaciones en efectivo y en especie sin gravámenes fiscales o aduaneros", demandó.
"Sin embargo, las noticias referidas a protestas sociales masivas en la capital y otros puntos de la Isla son un rayo de esperanza. Solo la recuperación de derechos y libertades —no donaciones externas controladas por el régimen— permitirá a los cubanos poder avanzar hacia la prosperidad", concluyó la FHRC.