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Represión

'Los sacan a la visita esposados de manos y pies, con un perro pastor alemán al lado'

Enfermos y en celda de aislamiento dos condenados a cadena perpetua en abril de 2003 por el secuestro de una embarcación que se saldó sin víctimas y por el cual fueron fusilados tres hombres.

La Habana

Harold Alcalá Aramburo y Maikel Delgado Aramburo son primos y comparten celda de aislamiento y varias enfermedades en la cárcel habanera Combinado del Este. Hace más de diez años fueron condenados a "prisión perpetua" por participar en el secuestro de una embarcación para intentar salir de la Isla.

Aunque el hecho se saldó sin víctimas, el Gobierno de Fidel Castro lo utilizó para dar un escarmiento. Los principales responsables —Lorenzo Enrique Copeyo Castillo, Bárbaro Leodán Sevilla García y Jorge Luis Martínez Isaac— fueron fusilados tras un juicio sumarísimo en abril de 2003, pocos días después del encarcelamiento de 75 disidentes.

Diez años más tarde y pese a la repulsa internacional que provocó el caso, las medidas contra Harold Alcalá, hoy de 34 años, Maikel Delgado, de 40, y otros sancionados por el secuestro, parecen conservar el carácter ejemplarizante. El Gobierno rechazó en enero de 2012 una petición de revisión de causa presentada por los familiares. Mientras, los presos suman enfermedades derivadas de las peores condiciones de reclusión.

Harold "tiene insuficiencia respiratoria, giardiásis crónica, gastritis eritematosa, dermatitis, y se está medicando por padecimientos del corazón", dijo a DIARIO DE CUBA su madre, la Dama de Blanco Julia Estrella Aramburo.

"Mi sobrino Maikel tiene un insuficiencia venosa crónica. Tiene las venas tupidas, ha hecho como una trombosis en una pierna y se puede quedar inválido", añadió.

Las autoridades carcelarias "no le dan los medicamentos que necesita, tiene que usar vendas elásticas y no le han dado nada", denunció.

La celda que comparten está ubicada en el área 47 del Combinado del Este, destinada a los condenados a muerte y a los castigos.

"No tienen una silla para sentarse, una mesa para comer", dijo la Dama de Blanco. "Solo tienen contacto con otros presos gritando de celda a celda, no ven a nadie (…) hace meses que no los llevan a coger sol (…) Ven el televisor de pie desde la reja de su celda".

"Los sacan a la visita esposados de manos y pies, con un perro pastor alemán al lado", agregó la mujer, de 55 años, que puede ver a sus familiares cada dos meses y ha asumido la defensa de su sobrino tras la muerte de su hermana.

"Mi hermana no aguantó", dijo.

Describió como "infrahumanas" las condiciones de la celda que comparten los dos hombres.

"Hay un brote de cólera en estos momentos en el Combinado y están en cuarentena, pero es que las ratas caminan por dentro de las tuberías del agua y esa agua es la que ellos tiene que tomar", denunció.

"Están rodeados de ratas y cucarachas. Defecan en un hueco encima del cual hay una manguerita que es lo que usan para coger el agua de beber", señaló.

Se quejó además de varios episodios de acoso contra los presos.

El jefe del área 47, mayor Denis, "los amenazó de muerte", aseguró. "Dijo que los iba a llevar a que se suicidaran, y si alguno quedaba vivo él iba a coger una pistola y lo iba a matar".

"Yo me entrevisté hasta con el director de la prisión y con la Seguridad del Estado, porque este guardia los amenazaba hasta con un bisturí. Desde que hice la denuncia eso ha mejorado un poco", relató.

Según la Dama de Blanco, hace más de cinco meses las autoridades determinaron que Harold Alcalá y Maikel Delgado debían ser trasladados hacia celdas de menor severidad. "Sin embargo, siguen en las mismas condiciones".

Julia Estrella Aramburo dijo que los presos estuvieron "plantados" recientemente en protesta por las condiciones en las que viven y ella realizó una huelga de hambre para exigir atención médica para su hijo.

Harold Alcalá fue llevado al Hospital Nacional y devuelto a prisión tras algunos días de ingreso.

Además de los primos, en abril de 2003 fueron condenados a prisión perpetua Yoanni Tomás González y Ramón Henry Grillo, mientras que Wilmer Ledea Pérez recibió una sentencia de 30 años de cárcel.

Tres mujeres juzgadas en la misma causa recibieron condenas de entre dos y cinco años de cárcel.

Los familiares de los presos con mayores penas han hecho numerosas gestiones para intentar conseguir la clemencia del régimen.

En mayo pasado, Julia Estrella Aramburo envió una carta al papa Francisco, pidiéndole que intercediera ante las autoridades de la Isla. También escribió a la esposa de Fidel Castro, Dalia Soto del Valle, "de madre a madre".

"Yo tengo mucha fe, para mí sí hay posibilidades. Yo no ceso de hacer todo lo que esté a mi alcance para que a ellos y a los demás condenados a esa cadena perpetua injusta, les rebajen las condenas", dijo la Dama de Blanco, que acusó a Fidel Castro de "ensañamiento".

"Aquí todo el mundo sabe que esa fue una cadena por gusto, porque ellos no mataron a nadie", concluyó.

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