No son buenas las noticias que los funcionarios del INDER esperan de la delegación cubana en los Panamericanos de Lima, por más que ratifiquen pronósticos y calculen con precisión de villanos el plan a seguir.
Los funcionarios que vieron cómo su presidente Antonio Becali era destituido en la previa de los Juegos, temen que aunque "vayan por más" regresen con menos. Si sucede esto, como ocurrió en los Centroamericanos de Barranquilla hace apenas un año, la decadencia del deporte en la Isla será tan visible que ningún discurso podrá negarla.
Por eso, se aferran a estudios matemáticos y porcientos de eficiencia, como si los deportistas fueran máquinas y la presión extra de una competición regional no bastara. Como a cada evento, el atleta cubano no va por sus metas, va por las de alguien más. Ya se escucharán las "palabras de agradecimiento", con frases como "cumplir con mi pronóstico" o "lo que se esperaba de mí".
En Toronto 2015, Cuba quedó cuarta en la tabla de posiciones, con 36 metales dorados. En la capital peruana, los funcionarios del INDER quieren 44 y volver al podio. Desde ya eso parece una fake news, una broma pesada de Jorge Polo, el vicepresidente, o un cálculo atroz de alguien que acaba de titularse en primer grado.
A la vista de cualquier fanático —no digo un especialista en deportes—, si Cuba repite el mismo número de medallas de oro que en Toronto ya estaría completando una actuación acorde. La potencia deportiva de la Isla en el área ha mermado muchísimo. De vaticinar como antaño un segundo puesto, han pasado a pronosticar medallas, cruzar los dedos y ver qué pasa.
Antes del arranque las perspectivas no son buenas. Cuba no participará en 149 modalidades. En 63 de ellas, porque la Isla no las practica; en el resto, porque no consiguió clasificar a nadie. Un reparto de botín al que los cubanos no están invitados. Brasil, México y Colombia, sí.
¿A qué le apuestan los hacedores de pronósticos cubanos? La niña mimada es el boxeo. Rolando Acebal, jefe técnico de la escuadra, desea los diez títulos en disputa, pero como en Toronto solo consiguieron seis, evita pecar de exagerado. "Vamos por siete, aunque no es exagerado afirmar que todos están aptos para ganar", dice. Quizás sea lo más acertado.
El otro peso del medallero cubano descansa en los gladiadores de ambos sexos. Hay medallas cantadas; por ejemplo, la de Mijaín López. Pero, ¿de dónde van a sacar siete títulos los luchadores? Lo más probable es que la Isla domine el estilo greco; sin embargo, en el libre la cuestión se presenta distinta con dos escuadras potentes como la norteamericana y la canadiense. Mientras, entre las mujeres, individualidades de Brasil, Venezuela o Ecuador le sacan un susto a cualquiera. En Toronto las cubanas consiguieron cuatro oros, esa es una cuenta más apropiada.
Otro deporte de combate del que se esperan más títulos es el judo, con Idalys Ortiz e Iván Silva a la cabeza. Se les piden cuatro doradas, una más que en Toronto. Quizás Maylin del Toro, que acaba de tener una actuación descollante en el Grand Prix de Bruselas, pueda coronarse; pero para Kaliema Antomarchi la competencia se presenta cuesta arriba, con dos pesos pesados como la brasileña Mayra Aguiar y la ecuatoriana Vanessa Chala. La santiaguera no ha podido ganarles este año.
Del que siempre se esperaba mucho, y en la actualidad los pronósticos son reservados, es del atletismo. Es una de las especialidades que más ha decaído, por las fugas de atletas y el lamentable estado de las pistas a lo largo de la Isla.
La base del atletismo tocó fondo y con ello figuras que le aseguraran un tiro certero en el medallero. Quizás el más seguro es el lanzamiento del disco, ya que las dos primeras del ranking en la actualidad son cubanas. El resto depende del estado de sus lesiones o de un día de suerte. La heptatlonista Yorgelis Rodríguez, por ejemplo, no ha tenido competiciones en 2019.
El anhelo de los funcionarios de volver al podio de los Panamericanos está tan frío como el clima de la capital peruana por estos días. Los más neutrales vemos a Cuba quinta. Quizás repita el puesto de Toronto y sería lógico. Pero la primera noticia de la delegación presagia lo peor: "Pierde la pareja masculina del voleibol de playa contra una dupla de menor calidad de Uruguay".