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Béisbol de Grandes Ligas: La tanda cubana

Puig y los Dodgers conquistan la Liga Nacional

Un jonrón de tres carreras del cienfueguero hunde a los Cerveceros de Milwaukee y da la victoria a Los Ángeles en el juego decisivo.

Pinar del Río

¿Qué cara de ese manto épico que lo envuelve desde que debutó en las Mayores exhibirá Puig mañana, el noble, o el otro? Ayer nos lo preguntábamos y hoy tenemos la respuesta. En el partido decisivo de la Liga Nacional, en un Miller Park lleno hasta la bandera, el 66 de Cienfuegos dijo aquí estoy yo y enmudeció a propios y ajenos con el palo más importante de su vida, un jonrón de tres carreras que cimentó el triunfo de los suyos y les dio el segundo campeonato en dos años.

¿Cómo fue?

El mejor de los Cerveceros, Christian Yelich (de 4-1, HR, RBI, R, K, .179), inauguró el marcador en la parte baja de la entrada inicial, al desaparecerle una bola al abridor de los Dodgers, Walker Buehler (4.2IP, HR, ER, 6H, 7K, 3.86). Estos, sin embargo, respondieron al instante. En el inicio del segundo, en tres y dos, el villano Manny Machado (de 4-2, R, K, .296) sorprendió a todos con un toque de bola que lo apostó en la inicial, de donde rápidamente lo remolcaría Cody Bellinger (de 4-1, HR, 2RBI, 2R, K, .200). El centerfielder cazó una recta por la canalita del abridor de los locales, el venezolano Jhoulys Chacín (2IP, HR, 2ER, 3H, BB, 2.45), y la mandó a la segunda sección de gradas del right-center. Así, abajo dos por uno, los Cerveceros le dieron la piedra al temido Josh Hader (3IP, H, 4K, BB, 0.00), y el zurdo de rectas de humo respondió, colgando en el pizarrón tres ceros como tres lunas sobre el lago Michigan. Fue luego, cuando Hader se retiró a las duchas, que Puig (de 4-3, HR, 2B, 3RBI, R, .333) y los Dodgers desataron los vientos.

Tras imparables del inicialista Muncy (de 4-1, R, BB, 3K, .182) y del antesalista Turner (de 4-1, K, .241), y con dos eliminados, le tocó el turno al cienfueguero, nada más y nada menos que ante el relevista Jeffress (1,1IP, HR, 2ER, 3H, 2K, BB, 7.71), el mismo que ya en dos ocasiones, en esta serie final, lo había puesto a abanicar la brisa con unas sliders suavecitas que, camino a la esquina de afuera, resbalan y caen como untadas con jabón. Esta vez, el sinuoso Jeffress abrió el duelo con una recta dura y alta, y Puig agitó el bate. Strike one. Se la repitió inmediatamente, abajo, y Puig la dejó pasar. Ball one. Y entonces siguió la resbalosa, solo que en esta ocasión no resbaló lo suficiente y el 66 ya la conocía. La enganchó sin mucho aspaviento, estirando los brazos, y sin que se alzara demasiado del suelo, para sorpresa del respetable, la bola se alejó y se alejó hasta caer del otro lado del muro, recordándonos aquello que cantaba Arsenio Rodríguez, el ciego maravilloso: "dime adiós si te vas para más nunca volver, blanca paloma". Incrédulo, Jeffress se alzó la visera de la gorra y se pasó la mano por la cara justamente cuando Puig entraba en trance. Entre primera y segunda, loco de alegría, protagonista del momento, se puso a vacunar como si bailara un guaguancó. Cuando dobló por tercera iba con la lengua afuera, mostrando los bíceps, mientras los suyos se arrebataban en el banquillo.

Ya con el juego cinco a uno, los Dodgers les dieron carrete a lo mejor que tenían, el closer Jansen (1,1IP, 3K, 0.00) y el as Kershaw (IP, 2K, 4.09), y estos no tuvieron piedad con los anfitriones, a los que no les permitieron ná de ná.

En la historia de Los Ángeles, nadie ha jugado más partidos que Puig (52) en otoño, y esas son palabras mayores si hablamos de una franquicia, los Dodgers, cuyos colores han vestido nombres como los longevos Don Sutton y Don Drysdale, Tommy Lasorda, Pee Wee Reese y el gran Sandy Koufax.

La última vez que los Dodgers ganaron dos títulos de la Liga Nacional de manera consecutiva fue en los años 77 y 78. Puig no había nacido aún. Por aquel entonces, un gran habanero, Laz Barreda, entrenaba a un castaño llamado Affirmed que, tras ganar el derby de Kentucky y las apuestas de Preakness y Belmont, se alzaría con la Triple Corona de la hípica americana. Ha transcurrido mucho tiempo. Hay mucho que celebrar. Y tan pronto pase la euforia, habrá que prepararse para el enfrentamiento con J. D. Martínez y las Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial que comienza el martes. ¿Quién da más?

Nos vimos ayer, nos veremos mañana.


 

LIGA AMERICANA

Astros de Houston/Medias Rojas de Boston (7 a 2)

Astros de Houston/Medias Rojas de Boston (5 a 7)

Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (8 a 2)

Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (8 a 6)

Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (4 a 1)

 

LIGA NACIONAL

Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (5 a 6)

Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (4 a 3)

Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (4 a 0)

Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (1 a 2)

Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (2 a 5)

Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (2 a 7)

Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (5 a 1)

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