El blandengue David Price (1-0, 6IP, 3H, 9K, 3.38) se endureció tan de repente como un pan cubano, J. D. Martínez (de 3-2, HR, RBI, R, BB, .278) no tuvo piedad de su antiguo compañero y actual rival, Justin Verlander (1-1, 6IP, 2HR, 4ER, 7H, 4K, 2BB, 4.50), el joven dominicano Rafael Devers (de 4-1, HR, 3RBI, R, 2K, .385) se aprovechó de un capricho arquitectónico del Minute Maid Park, y las Medias Rojas de Boston les pasaron la cuenta a los Astros de Houston, 4 a 1.
Más de 40.000 personas quedaron en las gradas, decepcionadas ante la derrota de los (todavía) campeones, pero la cosa fue justa. En contra de la opinión de más de uno —incluida la de un servidor—, el piloto de las Medias Rojas, el boricua Alex Cora, insistió en darle la pelota al zurdo Price, a pesar de su nefasto récord otoñal. Y Price se creció. Tirando tan duro como siempre, anduvo más que fino con su control y desempolvó su mejor cambio de velocidá en mucho tiempo. Yuli Gurriel (de 3-2, 2B, BB, .250) le dio bien, pero nadie más. Cuando el zurdo se fue a las duchas, dejó el juego cuatro a cero, y del resto se encargaron tres relevistas derechos: Barnes (0,2IP, HR, ER, H, BB, 2.08) —que permitió un vuelacercas del venezolano Marwin González (de 4-1, HR, RBI, R, 2K, .200)—, Eovaldi (1,1IP, H, K, 2.45 —que como siempre, sopló sus rectas a más de 100 millas—, y Kimbrel (IP, 2K, BB, 4.50) —el closer que, antes de lanzar, mientras mira al cátcher, se para en el montículo como un ñandú—.
En el tercer capítulo, después de haber liquidado a dos seguidos por la vía rápida, Verlander puso a J. D. en dos strikes sin bolas. Le tiró entonces una slider que bordeó la esquinita de afuera, pero el cubiche aguantó el bejuco y el árbitro no cantó lo que muchos desearon. Lo siguiente fue una curva que quedó colgada del plato como un globo atado por un hilito. Y J. D. fue J. D.. Si no hubiera habido una pared en el fondo del left field, el trancazo habría sobrevolado la interestatal 69 y caído en la bahía de Galveston.
Con el miedo ya instalado en el cuerpo de los locales, dos capítulos más tarde, con dos en los cojines, el joven Devers le pondría la tapa al pomo al elevar una recta de Verlander hacia ese ángulo de gradas que, en el Minute Maid Park, acorta el jardín derecho.
Cayeron pues los campeones, y visto lo visto, como ya dijimos, el resultado fue justo, pues con su línea central diezmada —con el venezolano Altuve (de 4-1, 2K, .250) cojeando y el boricua Carlos Correa (de 4-0, 3K, .316) fuera de sintonía—, anduvieron lejos de ser los del año pasado.
En las Medias Rojas, en cambio, todo el mundo anda listo para disputarle la Serie Mundial al campeón de la Liga Nacional.
Allí, los Dodgers de Puig y Grandal y los Cerveceros se verán las caras hoy en el Miller Park de Milwaukee, con duelo de zurdos en la lomita: el coreano Hyun-Jin Ryu lanzará por los visitantes, mientras el ubicuo Wade Milley lo hará por los anfitriones. Si estos ganan, habrá que disputar un séptimo y definitivo partido. Pero si pierden, ya saben: habrá que cantarles eso que cantaban Los Van Van cuando en Cuba se comía mucho gofio y en la diáspora se oía la WQBA; lo que hoy le dedicamos a los Astros de Gurriel: chirrín, chirrán, se acabó.
Nos vimos ayer, nos veremos mañana.
LIGA AMERICANA
Astros de Houston/Medias Rojas de Boston (7 a 2)
Astros de Houston/Medias Rojas de Boston (5 a 7)
Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (8 a 2)
Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (8 a 6)
Medias Rojas de Boston/Astros de Houston (4 a 1)
LIGA NACIONAL
Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (5 a 6)
Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (4 a 3
Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (4 a 0)
Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (1 a 2)
Cerveceros de Milwaukee/Dodgers de Los Ángeles (2 a 5)
Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (19.10)
Dodgers de Los Ángeles/Cerveceros de Milwaukee (20.10)*
*en caso necesario