La polémica serie especial de béisbol ya se está jugando en Cuba desde el pasado viernes en medio de infinidad de críticas, escándalos, y problemas de toda índole.
Más allá de la preocupación de muchos aficionados por la fatiga extrema que puedan presentar de un momento a otro los peloteros envueltos en dicha competencia, donde las principales figuras llevan meses sin descansar, los problemas de organización y alojamiento están haciendo mella en los atletas, quienes han tenido que trasladarse de noche por carreteras inseguras, de una provincia a otra después de los partidos, por no tener las condiciones mínimas requeridas en la provincia donde juegan.
Para colmo, se ha filtrado la noticia de la falta de agua en las instalaciones donde se alojan, por lo que se infiere que no han podido asearse después de los partidos.
Todo esto, lógicamente, afecta el rendimiento general y ataca sin piedad la psiquis y la salud física de los jugadores.
Tras tres partidos, la tropa del centro permanece invicta, mientras ninguno de los otros dos equipos participantes ha podido inaugurar el casillero de las victorias.
Llama la atención el descontrol de los lanzadores, quienes han otorgado la ridícula cifra de 49 bases por bolas entre todos (más de 16 por partido), y han permitido un total de 38 carreras limpias en 49,2 entradas de actuación, para un altísimo promedio de 6.95 por juego completo.
Para colmo de males, la defensa ha sido un clásico desastre. Se promedian cinco errores por partido (15 en total) y el average de fildeo están en números rojos —Orientales (886), Centrales (934), y Occidentales (963)—, provocando un total de 13 carreras sucias en los tres partidos jugados.
La asistencia a los estadios ha ido en descenso cada día y el fantasma de las lesiones deambula por los rincones más oscuros de los terrenos.
Esperemos, por el bien de nuestro pasatiempo nacional, que se vayan minimizando los problemas y desaparezcan preocupaciones e incompetencias. De lo contrario, el trofeo de los juegos Centroamericanos y del Caribe, principal competencia internacional del año, será solo otro sueño que no pudimos alcanzar. Nos vemos la próxima semana.