Hoy comenzamos aquí un análisis de las posibilidades reales de los cubanos que han sido invitados por sus respectivas franquicias a los entrenamientos primaverales, mirando hacia la temporada 2018 de las Grandes Ligas:
José Miguel Fernández | 2B, Angelinos de Los Ángeles
A sus 30 años, todavía el intermedista matancero está buscando su oportunidad en la MLB. Ser invitado al entrenamiento primaveral con los Angelinos es un gran paso para Fernández, así que de su actuación dependerá su inclusión en el roster de los 25 jugadores para el Opening Day. Su potencial sigue siendo el swing de contacto, proyectando apenas un 11% de ponches en 404 apariciones al plato, según las proyecciones de ZiPS en FanGraphs.
Lo que obliga a Fernández a depender todo el tiempo de su ofensiva es su pobre capacidad para moverse de posición. No es ese jugador del que se puede esperar velocidad explosiva en las bases y ni siquiera poder ocasional. Su brazo ha tenido problemas, y no cuenta con la suficiente potencia como para anclar en el shortstop o la antesala, en caso de una necesidad del equipo. Junto a Fernández, otros ocho intermedistas intentarán hacer el roster de los Angelinos, donde sobresale el prospecto de 26 años, Kaleb Cowart.
Alejandro García | OF, Astros de Houston
Estar cerca de George Springer, el MVP de la Serie Mundial 2017, será una oportunidad sin igual para el jardinero villaclareño. Pero la invitación al Spring Training no debe pasar de eso: los Astros están poniendo en marcha las inversiones de su finca, y el prospecto de 24 años, Derek Fisher (proyecta 22 jonrones, 75 impulsadas y 17 bases robadas), es el jugador a seguir ahora mismo entre los jardineros de los campeones mundiales. Además, hay otros veteranos probados que todavía van a ser muy útiles para una temporada de 162 juegos, como Cameron Maybin, Marwin González y Jake Marisnick.
Rogelio Armenteros | P, Astros de Houston
Será bastante difícil que Armenteros, al menos para el día de apertura, sea parte de la rotación de los campeones mundiales. Pero tiene 24 años y un brazo fuerte, así que el hecho de acumular experiencia en las Menores puede ser un paso determinante. Todavía tendrá que trabajar en su enfoque, sobre todo porque proyecta una efectividad de 4.46 y una tasa de 1.32 jonrones para 2018. Si no ha podido dar el salto grande, es porque su repertorio necesita aún más profundidad. Incorporar ese cambio de velocidad con más frecuencia y confianza podría ayudarlo en busca de su sueño de llegar a las Mayores.
Rangel Ravelo | 1B, Cardenales de San Luis
Los Cardenales son un equipo siempre abierto a ofrecerle oportunidades a sus jugadores de liga menor. Pero eso no quiere decir que Ravelo sea, en primer lugar, ese jugador que va a ser probado en alguna gira del team. Los Cardenales están necesitando ofensiva y por eso se lanzaron sobre Dexter Fowler en 2017 y, para este año, adquiriendo al ex outfielder de los Marlins de Miami, Marcell Ozuna. A diferencia de eso, Ravelo propone un .300 BABIP y pobre poder en su swing, lo que limitará sus opciones para jugar al más alto nivel, ya con sus 26 años.
Randy Arozarena | OF, Cardenales de San Luis
El jardinero pinareño tiene 23 años y su velocidad, más que su bate, lo han llevado hasta los campos de primavera con San Luis. Obviamente, él todavía tiene tiempo para pulir su swing, ya que aún su .285 BABIP proyectado parece un poco por debajo de sus habilidades. Su defensiva puede estar por encima de la media, por lo que ese .232 de promedio como expectativa parece la única métrica lejos de su límite. Es posible que, si Arozarena puede utilizar mucho más la velocidad y el contacto en esta primavera, los Cardenales recompensen su talento y entrega.
José Adolis García | OF, Cardenales de San Luis
A los 25 años y con cierta experiencia en el béisbol cubano, José Adolis García parece estar listo para un gran reto. Pero todavía tiene que trabajar muy fuerte en la caja de bateo. Tiene potencial suficiente para mostrar, pues es poseedor de un brazo poderoso, habilidades como fildeador y una velocidad impresionante en las bases. El poder que tiene supera el contacto ocasional, pero su tacto aún es pobre y su swing tiene problemas contra pitcheos de alta velocidad. García peca también de una feroz agresividad en el home plate, algo que podría alejarlo de un ascenso inmediato. Aun haciendo ajustes, tendrá que comenzar a adaptarse más al pitcheo profesional, así que una temporada entera en Ligas Menores le sería de gran ayuda. Ver pitcheos y foguearse deberá ser el enfoque actual para el outfielder avileño, hermano del antesalista de los Bravos de Atlanta, Adonis García.