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Béisbol

Tres prospectos que merecen atención

Yosbel Zulueta, Yoelquis Céspedes y Oscar Luis Colás podrían llegar lejos en los terrenos de pelota.

La Habana

Después de que los mayores prospectos de la Isla partieran a EEUU —los avileños Luis Robert y José Adolis García—, en el béisbol nacional no queda mucho que escoger, aunque aún hay material interesante.

En la presente Serie Nacional categoría Sub-23, tres jugadores han conseguido llamar la atención, y el cuarto pudo ser el jardinero Víctor Víctor Mesa, pero pidió ser separado del roster de Matanzas.

He aquí los tres jóvenes de proyección más inmediata:

Yosbel Zulueta (lanzador, Villa Clara, 19 años y 1.90 de estatura): Si de poder se trata, Zulueta es uno de los lanzadores menores de 20 años con más potencialidades y cualidades para ser un pitcher de rango en el béisbol. Hasta ahora ha tenido dos salidas en ocho juegos, y en 11.1 innings ha ponchado a 18 rivales, lo que hace una tasa de 14.2 por cada nueve episodios. Su recta roza las 93-94 millas, puede mantener la pelota de 89-91 millas sostenidas, y además lanza curva, cambio y slider.

El villaclareño hace la diferencia porque tiene unos movimientos no solo elegantes, sino también fluidos y con una gran personalidad en el box. También es capaz de fildear con bastante facilidad. Domina la zona baja, lanza pegado y es capaz de tirar la curva en cualquier conteo, algo que, a diferencia de otros pitchers de su edad, lo hace sobresalir.

De su estatus, se rumora que hay algún club japonés interesado en sus servicios. Si Zulueta logra hacerse un pitcher más vertical en los comandos de sus lanzamientos —un ajuste que no es nada fácil—, en poco tiempo podríamos estar viendo la madera de un as, tanto para abrir como para relevar juegos.

Teniendo en cuenta que es algo delgado, podría fortalecer aún más su físico, y así aumentarían sus posibilidades como abridor. En la Isla, a estas alturas, no hay un lanzador que prometa más que el derecho del municipio de Remedios, aun cuando el diestro camagüeyano Josimar Cousín encandile a todos con sus rectazos de humo.

Yoelquis Céspedes (jardinero, Granma, 19 años y 1.60 de estatura): A pesar de su estatura, y de no poseer todo el potencial de su medio hermano Yoenis, Yoelquis Céspedes ha dado un salto de canguro en el menor tiempo posible. El juvenil de 19 años impresiona por sus habilidades. Tiene un brazo poderoso y certero, corre como un caballo en el circuito —podría ser un robador de cuidado en el futuro—, y tiene un sutil poder ocasional.

Ha demostrado poder batear hacia todas las bandas, lo que le permite conseguir muchos extra bases.

Lo interesante de Yoelquis es que ha tejido en poco tiempo lo que a otros prospectos les ha costado. A los 19 años —obviamente, ante otra calidad de pitcheo— su hermano Yoenis había jugado ya 84 partidos, con 332 apariciones al plato y 637 inningsen el jardín central y la antesala. En 2016, Yoelquis, participó solo en los últimos 45 juegos de Granma, donde apenas bateó en 79 turnos.

Lo que sigue es una comparación de los numeritos de los Céspedes en la Serie Nacional con 19 años:

Yoenis: en 89 juegos, .313/.403/.540, 106 hits, 15 jonrones, 51 remolcadas, 69 anotadas, 34 boletos y 59 ponches.

Yoelquis: en 90 juegos, .297/.362/.460, 93 hits, 6 jonrones (9 triples), 45 remolcadas, 58 anotadas, 17 boletos y 51 ponches.

Sin aras de mucha comparación y respetando el rango del jugador de los Mets, la diferencia entre hermanos a los 19 años fue mayormente marcada en dos medidores: el poder y la disciplina. Yoenis golpeó 15 HR, nueve más, y tomó el doble de los pasaportes en un partido menos. He ahí el punto clave.

Oscar Luis Colás (jardinero, lanzador, Santiago de Cuba, 18 años, 1.86 de estatura): Lo mejor está por venir, pues este jugador de físico impresionante, puede hacer casi todo en el béisbol, además de lanzar y batear con categoría de slugger.

La incógnita es si se mantiene como lanzador o como bateador. Su brazo puede disparar 90 millas, y una estadística muestra su capacidad con el madero: En su campaña de novato, en 2016, bateó cuatro jonrones en apenas 79 turnos, con 11 remolcadas e igual récord en boletos.

A Colás lo único que le falta es jugar mucho más béisbol.

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