tiene Carmenza una lengua Tramontina.
semejante en calidad a los cuchillos
que producen en Brasil, su lengua está
pensada para el corte
pero no siempre la doña ha sido así.
con solo quince años se ordenó de prostituta.
lavó y planchó para la calle en el barrial de Marimón.
fue la prima singadora assoluta de los guardias
de Batista. prosperó y halló solvencia con ellos.
luego coronó con un liniero de la United Fruit
Company. creyó que era feliz y lo era
(tan feliz como el cornudo pudo hacerla).
años después,
el héroe falleció, y ella le entregó su amor
a los marxistas. tres generaciones de putas
la vieron florecer. hoy es, para las niñas,
un modelo.
renga por la pinga y por los años, Carmenza
dedica sus días a los cortes. su lengua está
ocupada en cercenar vidas ajenas. sabe cómo
penetrar los intersticios. muestra en ese oficio
tanta habilidad como un maître carnicero.
en las noches,
suele visitar la Casa-Culto y predica
con pasión el Evangelio.
es lo poco que le queda,
tratar de inculcarle a las novicias el valor
de su teoría: "en sitios como estos, lo mejor
es una pincha y entregarse al Evangelio,
pues una se pasa la vida dando el culo
por dinero, y lo único que obtiene
es mucha pinga".
Oscar Cruz nació en Santiago de Cuba, en 1979. Sus últimos libros de poemas publicados son Las posesiones (Letras Cubanas, La Habana, 2010), Balada del buen muñeco (SurEditores, Madrid, 2012) y La Maestranza (Unión, La Habana, 2013). Ha traducido a Georges Bataille: El pequeño (Editorial Santiago, Santiago de Cuba, 2010). Coedita la revista literaria La Noria.
Otros poemas suyos: La Torre, OC, La excavación y Gillette 1.