Ella verá lo que voy a hacerle
cuando vuelva a pasarme
por alante
con la bandeja de pizza
caliente
ella va a saber
quién soy yo
en menos de dos minutos
ahí está en su rincón
haciendo sus pizzas
distinto a todo el mundo
picando la salchicha
en cuatro
quién es ella
para picar la salchicha
en cuatro
quién es ella
para picar el tomate
en cuatro
y las ruedas de salami
también las pica en cuatro
se ve que tiene
una obsesión
ella verá qué rápido
se le quita la obsesión
conmigo no hay
obsesión que valga
ella va a saber
lo que es bueno
y lo que es malo
en menos de dos minutos
ella va saber
lo que es el número cuatro
en menos de dos minutos
de dónde habrá salido
esta cabrona
con ese aire
de sabelotodo
a mí que no me vuelva
a decir buenos días
que no me vuelva a dar
un beso en la cara
para mí los que saludan
con un beso en la cara
son unos hipócritas
y unos cabrones
a mí que no me vuelva
a pasar por alante
porque no sé
de lo que soy capaz
ahí está en su rincón
mirando el teléfono
como si supiera
usar el teléfono
de donde ella viene
no hay teléfonos
no hay comida
no hay ropa y zapatos
cómo llegó aquí
con ese aire
de burguesa inteligente
estoy loca
por que venga corriendo
con la bandeja de pizza
y me pase por alante
aquí la única
inteligente soy yo
aquí la que manda
soy yo
yo llegué a este país
con un mes de nacida
aquí la que manda
soy yo
viene corriendo
con la bandeja de pizza
como si uno fuera
invisible
y yo no soy invisible
yo soy la que manda aquí
viene corriendo
con la bandeja de pizza
sin pedir excuse me
sin pedir por favor
aunque sea el manager
el que está en el podio
no le pide excuse me
ni por favor
y el manager que tiene
tremenda educación
se aparta para que ella
entregue la bandeja
pero yo no soy el manager
yo mando aquí
a mí hay que pedirme
excuse me
si no sabe pedir excuse me
que aprenda
por ahí viene
con su bandeja
ella verá lo que voy a hacerle
y eso fue poco
para lo que se merece
por pasarme por alante
con la bandeja
en vez de un empujón
tenía que haberla
cogido por el pelo
y zarandeado
porque ella me quería
quemar la cara
y a mí nadie me quema
la cara ni el pecho
que no diga que no
que hace rato está
pasando por alante
con la bandeja caliente
y si me quema la cara
llamo a la policía
ahora mismo
y si yo me imagino
que alguien me quiere
quemar la cara
llamo a la policía
ahora mismo
yo no sé
qué le hice a ella
para que me quiera
quemar la cara
yo no sé
qué le hice a la gente
para que me quieran
quemar la cara
yo mando aquí
y el que no lo sepa
ya es hora
de que lo sepa.
Legna Rodríguez Iglesias nació en Camagüey, en 1984. Ha publicado una novela, dos libros de cuentos, un libro de literatura infantil y varios libros de poemas. Entre estos últimos, Tregua fecunda (Unión, La Habana, 2012), El momento perfecto (Ediciones Matanzas, Matanzas, 2012) y Chupar la piedra (Abril, La Habana, 2013).