Era verano, estaba el muro.
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
de la cal. De repente
el silencio sacudió las crines,
corrió al mar.
Pensé: deberíamos morir así.
Así: explotar en el aire.
Sul
Era verão, havia o muro.
Na praça, a única evidência
eram os pombos, o ardor
da cal. De repente
o silêncio sacudiu as crinas,
correu para o mar.
Pensei: devíamos morrer assim.
Assim: explodir no ar.
Eugénio de Andrade (Póvoa de Atalaia, 1923-Oporto, 2005) es uno de los mayores poetas portugueses del siglo XX. Antologador de la poesía de su país, fue también un gran traductor y autor de dos libros para niños. Este poema pertenece a su libro O Outro Nome da Terra (1988).