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Poesía

La muerte de Mercurio

'tu mancha evaporada se esfumará en el mármol/ como quien deja una mano sudada un instante/ sobre la plancha esmeralda de una carrocería.'

Hollywood

 

En una cripta negra, goteadura plateada,
algo o alguien orina detrás de las tarjas.
El hilo de azogue corre por el asfalto
metido en los recovecos del camposanto.

Allí expira Mercurio. El cancerbero
a las puertas de hierro ladra su desencanto,
por haber sido perro, por haber sido menos:
Mercurio tiene ojos negros y piel de feldespato.

Una palabra aquí, Mercurio, significa
mucho más que allá afuera, en los suburbios.
Mercurio mea detrás de los canteros:
el orine es de azogue y la sangre de seda.

Un dios decapitado reconoce su cuerpo
derribado en el fango. Un bosque de palmeras
se debate en el charco. Un pájaro remeda,
posado en una tumba, el grito de los barcos.

Mercurio es un artista, un ladrón pugilista,
se arrastra por los bancos, va detrás de las viudas,
asusta a los soldados desconocidos. A la vista
de todos, derrotado, se transmuta en un lago.

Mercurio Trismegisto, en el agua tumbado,
tu mancha evaporada se esfumará en el mármol
como quien deja una mano sudada un instante
sobre la plancha esmeralda de una carrocería.

Los negros van delante, llevando tu bandera.
Los faroles de piedra alumbrarán tu pelo.
Las luciérnagas serán un brillo en tu cerebro.
¡Oh, Mercurio, Mercurio trashumante!

Dueño del cementerio, atleta de aluminio,
esbirro y estudiante, sobre torres de cedro,
en un bloque de plástico, con la hora y el año,
y una frase moderna y resonante.

Tu ceño niquelado reflejará el viento,
lo que pasa volando en un momento, lo viejo,
el instante complejo en el cuarteado espejo
y el Azufre cobarde sentenciado al silencio:

Si la Sal es un tercio de lo ausente
y la lengua es tu símbolo, Mercurio,
al final de la noche regresará el presente:
procesión mercurial de plenilunio.

 


Néstor Díaz de Villegas nació en Cumanayagua, en 1956. Sus últimos libros de poemas publicados son Che en Miami (Aduana Vieja, Valencia, 2012) y Palavras à tribo/Palabras a la tribu (Lumme Editor, Sao Paulo, 2014), al cual pertenece este poema.

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