Como apunta Jayne-Ann Igel en su epílogo al poemario Und das ist alles genug [Y todo eso es ya suficiente], a menudo Thilo Krause (Dresde, 1977) nos acerca en extremo los objetos y nos los hace observar "bajo el microscopio del lenguaje, empleado aquí como un instrumento de precisión".
El poema "Sol bajo" es un magnífico ejemplo de este apunte: lo que a primera vista es un otoñal paseo introspectivo de la mirada a través de unos terrenos con edificio abandonado, deviene, gracias al zoom del ojo facetado del poeta, una retrospección hacia la Historia.
La poética cámara de aumento descubre entre las zarzas los restos de unos cordones, cartuchos vacíos; las vallas agujereadas (¿por los disparos, por el tiempo, por los impactos del tiempo?) abren la mirada hacia un pasado que se remonta a lo lejos. ¿Hasta dónde nos ha traído el ojo del poeta? ¿Estamos en uno de esos antiguos cuarteles de las tropas de ocupación soviéticas, ahora abandonados y cubiertos de maleza?
Basta callar, basta el silencio introspectivo para que ese polvo del pasado comience a salir "mansamente" de las penumbras en las que lo ha envuelto el tiempo que lo cubre. La urdimbre creada por la realidad objetiva y la mirada subjetiva parece sugerirnos una danza sosegada y suavemente macabra entre el ayer y el hoy, en un juego de luces y sombras creadas por una superposición de cristales, o como el travelling de una cámara a lo largo de zonas que se iluminan de repente y se cubren, acto seguido, de una franja de negrura.
Sol bajo
Los balcones acercan al edifico
sus sombras como orejas.
Calla; así el tropel de polvo luminoso
saldrá mansamente de la penumbra del rellano.
Ociosidad. Pacificada zona
igual a un campo de maniobras de antaño.
Tras vallas agujereadas,
el espacio se remonta hacia lo lejos.
Sarmientos de zarzas: cordones
huérfanos de zapatos desde hace mucho tiempo.
Cartuchos vacíos de munición:
misivas, periódicos.
Deja que los cubra la herrumbre.
Calla.
Tiefe Sonne
Wie Ohren legen die Balkons / ihre Schatten ans Haus. // Schweig und die leuchtende Herde Staub / wird zahm aus dem Dunkel des Flurs treten. // Nichtstun. Befriedete Zone / gleich einem Truppenplatz von einst. // Hinter löchrigen Zäunen / greift der Raum weit aus. // Brombeerranken. Das sind Schnürsenkel / ihrer Schuhe ledig seit Tagen. // Leere Hülsen Munition. / Das sind Briefe, Zeitungen. // Lass sie rosten. / Schweig.
Este poema ha sido tomado de Thilo Krause, Und das ist alles genug (poetenladen, Leipzig, 2012) © Del poema: poetenladen / Thilo Krause © De la traducción y la nota: José Aníbal Campos