Delgada sombra del amor, consuelo
clavado en tierra, dosis blanca
y tibia del verano: el ánimo del rostro
y el aliento que no cejan hechos hielo
mas se escurren piel abajo ante la luz,
torrente entre la sangre y lo que late.
Más que sus afluentes siempre el río,
más que la cadencia con que el agua
pasa queda el río que devuelve sus azoros
a su medida heraclitana: el mismo frío
del invierno pasado, idéntica penumbra
húmeda en camino, el peso exacto
de las piedras en boca de los muertos.
Waldo Pérez Cino nació en La Habana, en 1972. Sus últimos libros de poesía son Cuerpo y sombra (2010) y Apuntes sobre Weyler (Bokeh, Amberes, 2012). Este poema pertenece a un libro inédito: Dinámica del medio.
Otros poemas suyos: Del verano en Delft, Arte de la enmienda, En las marismas y Pompeya, 1956.