Trozos duros de resina, en el mercado
donde se compra –lejos de su sitio– todo:
importaciones, componendas, las rutas
figurada de la seda y las coníferas
extrañas. El futuro. Las creencias de familia,
los rituales terrenales (el arreglo, el pacto)
de una vida normal. Las resinas de quién sabe
dónde y las aves de averigua, los remedios
chinos. El olor de la resina en la marmita
impregnada sobre el cobre, un barniz
que tardará en desaparecer, el veneno residual
que a cuentagotas se irá yendo a las comidas
e irá sustrayéndote al deseo. El cuenco
roto de tu vida, tanta paciencia para el arte
del arreglo y tanta constancia en la cocina
donde se cuece cada plato con venenos
cristalizados, con el ventarrón de aquel mínimo
desastre en torno a un tiesto roto, a una caída
casual e irreparable, los contornos de una vida
perdida que no es tuya y se deshace en nada.
Waldo Pérez Cino nació en La Habana, en 1972. Sus últimos libros de poesía son Cuerpo y sombra (2010) y Apuntes sobre Weyler (Bokeh, Amberes, 2012). Este poema pertenece a un libro inédito: Dinámica del medio.
Otros poemas suyos: En las marismas, Pompeya, 1956, Pabellones del reposo y Penélope conversa su destino.