La respuesta no estaba dibujada
sobre la cal de la pared, sino encerrada en ella,
a salvo de la luz,
de la erosión, del frío.
No se podía leer;
nadie había visto nunca sus palabras o signos.
Pero en la piedra había quedado una señal.
En la callada superficie se abría paso una grieta,
como un antiguo río,
y esa sinuosa línea conducía
al sitio exacto en que el mensaje descansaba.
Para saber lo que el secreto nos decía
era preciso derribar la casa.
Reinaldo García Ramos nació en Cienfuegos, en 1944. Su obra poética escrita entre 1969 y 2012 fue recogida en el volumen Rondas y presagios (Silueta, Miami, 2012).
Otros poemas suyos: Junto al espacio sideral, Baile de anémona y Encuentro de culebras.