Clasificando de nuevo estos verdes
(aquellos azules y verdes de Virginia)
—tiovivos que renacen con la memoria—
otra lancha, su espuma desigual.
"Los afilados dedos de cristal cuelgan hacia abajo",
hacia la insensatez
hacia la intemperie.
Desenfreno de querer cortar un límite
(una apariencia)
por la que todos pasamos al final:
un horizonte como obediencia,
no como destino.
Esta prueba falsa de morir de una manera u otra,
sin rumbo
¡aburridamente!
llamándole experiencia
a la desesperación
donde el verde suyo queda totalmente
excluido.
Reina María Rodríguez nació en La Habana, en 1952. Autora de una numerosos libros de poesía, algunos de los más recientes son: Bosque negro (Extramuros, La Habana, 2005), El libro de las clientas (Letras Cubanas, La Habana, 2005) y Variedades de Galiano (Letras Cubanas, La Habana, 2007). Este poema pertenece al libro inédito El libro de las luciérnagas.
Otros poemas suyos: La leche, En la fila, siempre hacia atrás, Imagen y Cuento infantil.