nada hay más grosero que la muerte
siempre deja una palabra a medias
una mirada interrumpida un odio clavado muy hondo
un verbo roto en la cuneta una mano en el aire
un cabello que no va a volar a ninguna parte
un asombro caído al agua
una saliva contra los arrecifes
una penumbra que nos apuñala
la muerte como alivio
la muerte como una mujer de ojos verdes
la muerte como ya no puedo más
la muerte que me besa y ensancha mis caminos
la muerte apártate la muerte encima de todos mis cielos
la muerte que me vas a extrañar
la muerte como venganza turbia
la muerte como un perro que corroe
los ojos que he tenido hasta hoy
con todas sus babas.
Ramón Fernández Larrea nació en Bayamo, en 1958. Sus libros de poemas más recientes son Cantar del tigre ciego (Arlequín, Guadalajara, México, 2001), Nunca canté en Broadway (Lingkua, Barcelona, 2005) y Yo no bailo con Juana (Lingkua, Barcelona, 2010).
Otro poema suyo: La soledad sobrante.