En alguna playa de Miami o Tenerife
donde los antiguos compañeros de clase
te suponen, está lo que llaman exilio.
Tras las gafas oscuras y el oscuro bañador,
en su silla plegable, con un libro abierto
sobre el pecho, sobre el pasado vertiginoso
y el cuerpo de la música en la radio,
está el exilio durmiendo bobamente
como tu abulia escolar en una clase.
Bajo la sombra del buen vivir,
coincides con gente que vino desde Cuba,
de visita hace un mes, hace un milenio;
aceptan almorzar contigo, mañana, sin falta,
prometen llevar tus cartas, tus abrazos
ligeramente descomunales, el dinero puntual
como lo exigido en un secuestro.
En alguna playa de Miami o Tenerife
hablas hasta convencerlos y convencerte
sobre lo inútil de tu regreso, es decir,
contra la pamplina del hombre
que alega buscar su raíz.
No te harán caer en la nostalgia fácil:
patio de escuela donde jugabas al trompo,
palmas vistas desde un tren a toda marcha.
No sientes lo que llaman patria.
Ya no sientes.
Sergio García Zamora nació en Esperanza, Villa Clara, en 1986. Sus últimos libros de poemas publicados son Poda (Abril, La Habana, 2011), El Valle de Acor (Capiro, Santa Clara, 2012) y Día mambí (Ediciones Vigía, Matanzas, 2012). Este poema aparece en la antología Bojeo a la isla infinita (con introducción y selección suya, Betania, Madrid, 2012).
Otro poema suyo: La loca del taxi.
Bojeo a la isla infinita contiene poemas de Sergio García Zamora, Ihosvany Hernández González, Sonia Díaz Corrales, Juan Carlos Recio Martínez, Arístides Vega Chapú y Félix Anesio. Puede descargarse gratuitamente aquí.