Mr. John Patterson me escribe
todos los días
un cercano y agradable mensaje de spam.
Cada día me vende un pedazo del cielo
me compra
algo que no estoy vendiendo.
Lo mejor de John Patterson
es que insiste
en inglés
en francés
en italiano
en portugués
en árabe
en hindi
nunca en español.
Y como no le entiendo
puedo inventarme sus motivos
sus palabras amables
hasta casi presentir que hoy su ánimo era extremo
y dos días atrás ácido.
Lo mejor de John
es que insiste
hasta hacerse familiar
casi íntimo
necesario.
En el tiempo estéril de los días
es sublime ese momento de soledad
en que no hay ningún mensaje
además del que Johnny envía
quién sabe desde dónde
desde qué ventana mirando el mundo
o inventando que mira
antes de escribirme
durante
después
y después
y al día siguiente
repitiéndose
sin dejarme nunca esperando
su rara cordialidad
su lealtad
su trato deferente.
Cada mañana imagino a John pensando en mí
aun sabiendo que su mensaje va siempre a la carpeta de spam
y luego a la papelera
y luego a la nada
pero él cada día me habla
me cuenta sus amaneceres
me hace sentir importante.
Podría decirle que no insista
que nunca voy a responderle
a dar espacio al corazón que vende o compra
pero que le siento cercano
imprescindible ya
desde hace meses
sus mensajes
son lo único que permanece
que perdura.
Sonia Díaz Corrales nació en Cabaiguán, en 1964. Ha publicado los libros de poemas Diario del grumete (1997) y Minotauro (1997). Este poema aparece en la antología Bojeo a la isla infinita (introducción y selección de Arístides Vega Chapú, Betania, Madrid, 2012).
Otro poema suyo en esa antología: El Rey pide las manzanas de las Hespérides.
Bojeo a la isla infinita contiene poemas de Sergio García Zamora, Ihosvany Hernández González, Sonia Díaz Corrales, Juan Carlos Recio Martínez, Arístides Vega Chapú y Félix Anesio. Puede descargarse gratuitamente aquí.