Hablaba de su hijo:
muchacho bueno
que vive en Quebec,
Omaha o Seattle
y está blanco y gordo como la nieve,
lo cual no es un lugar común;
en todo caso, un mejor lugar.
Hablaba de lo feliz que sería verlo
y supongo se reía.
Después no dijo más.
Por un momento sentí que viajábamos
a la ciudad última.
La mujer callaba.
En el retrovisor advertí su sonrisa
delineada por Modigliani
y recordé los peces rojos de Matisse:
eran labios fauvistas
donde la fiereza del color
perfectamente simulaba
intensa vida.
Sergio García Zamora nació en Esperanza, Villa Clara, en 1986. Sus últimos libros de poemas publicados son Poda (Abril, La Habana, 2011), El Valle de Acor (Capiro, Santa Clara, 2012) y Día mambí (Ediciones Vigía, Matanzas, 2012). Este poema aparece en la antología Bojeo a la isla infinita (con introducción y selección suya, Betania, Madrid, 2012).
Bojeo a la isla infinita contiene poemas de Sergio García Zamora, Ihosvany Hernández González, Sonia Díaz Corrales, Juan Carlos Recio Martínez, Arístides Vega Chapú y Félix Anesio. Puede descargarse gratuitamente aquí.