El ministro de Cultura, Alpidio Alonso, admitió este jueves que existe corrupción en el sector que controla y habló de "cortar de raíz" ese problema durante una conferencia sindicalista celebrada en la Biblioteca Nacional José Martí.
Uno de los participantes Yasmany Leiva, de Santiago de Cuba, introdujo de cierta manera el tema, según recogió el sitio oficial Cubadebate.
El delegado habló del "creciente detrimento de la política cultural y de la calidad artística que hay hoy en la Isla" y también criticó "la mala gestión de algunas agencias artísticas, principalmente en su provincia".
Juan Zayas, secretario del Buró de la Música, dijo que la corrupción y las ilegalidades están "presentes principalmente en las fiestas populares que se realizan por toda Cuba".
"Hoy el artista que trabaja no es el mejor, sino el que gana más. Debemos buscar otras formas para estimular a los trabajadores y solucionar esta situación", añadió.
Según el medio estatal, al intervenir al respecto, Alonso llamó "a cortar la corrupción desde la raíz para defender lo que es nuestro" y añadió que "no puede haber impunidad".
Cubadebate recogió otros asuntos tratados en la reunión, pero los lectores vertieron sus principales comentarios en torno a la corrupción.
Para Maggie, "un aspecto mencionado por uno de los delegados sobre los directores artísticos en los hoteles es preocupante".
Aseguró que "en Meliá Habana, Sevilla, Parque Central, Capri, entre otros, la mayoría de los grupos que allí trabajan para mantenerse tienen que abonar dinero, si no se van".
Para Marabú, "la corrupción en la cultura comienza por los famosos últimos programas de participación" como el de Sonando en Cuba que puso como "ejemplo".
Otro usuario, identificado como Pinero, escribió: "En la Isla de la Juventud se pueden encontrar muestras visibles de esta corrupción, que va desde el desvío de recursos hasta pagos exagerados a 'artistas' y la correspondiente cuota al funcionario que te contrató. Pululan los 'directores artísticos' (que) se hacen de un día para otro y cotizan sus espectáculos a altos precios".
En opinión de Víctor, "la corrupción es una enfermedad casi incurable (en Cuba)".
"La hemos visto crecer en casi todos los sectores de nuestra sociedad, es denigrante a veces verla hasta en sectores tan sensibles como la salud o la educación", lamentó.