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Cine

Los joyeros judíos de Cuba, motivo de un documental que defiende la acogida de los emigrantes

'Sé compasivo. Uno nunca sabe lo que un inmigrante o un refugiado va a traer', pide una de las directoras.

Miami

La poco conocida historia de los judíos europeos que llegaron a Cuba huyendo del nazismo es la base de un documental filmado por Judy Kreith y Robin Truesdale, quienes desean que el espíritu de acogida "resurja en el mundo actual", reporta EFE.

El filme Cuba's Forgotten Jewels, a Haven in Havana (Las joyas olvidadas de Cuba, un refugio en La Habana), reconstruye el caso de los judíos que llegaron a la Isla y desarrollaron allí su oficio de pulidores de diamantes.

Kreith, profesora de danza, y Truesdale, productora de cine, se interesaron hace casi una década por la historia personal de Marion Finkels Kreith, madre de Judy, quien cuando tenía 14 años escapó de Europa hacia Cuba.

"De niña yo escuchaba algunas historias de la infancia de mi madre, pero solo mucho tiempo después entendí la historia completa", afirmó a EFE Judy, quien como Robin reside en Denver, Colorado.

Al comenzar el proceso de investigación del documental, no solo se encontraron en La Habana con numerosas historias similares a la de la madre Kreith, sino que muchos de los protagonistas tenían una avanzada edad y, por tanto, había que empezar a registrar inmediatamente esas memorias.

"El día que decidí hacer el documental mi vida cambió", confesó la bailarina, que se embarcó en el proyecto con Truesdale, una compatriota "sin experiencias de inmigración" y que aportaría la visión técnica y cinematográfica al proyecto.

Kreith y Truesdale arrancaron en 2010 con unas primeras entrevistas hechas principalmente en Estados Unidos. Cinco años después comenzó formalmente la producción del documental, cuyo metraje es de 46 minutos y se estrenó en 2017. Luego iniciaron un peregrinaje por festivales como en el reciente Miami Jewish Film Festival.

"Nuestro foco son las historias personales. Y esas historias son esperanzadoras y positivas", comentó Truesdale, tras aludir a otra de las premisas: que el tema no se desviara hacia cuestiones políticas.

Tal como se refleja en el documental, a su llegada a La Habana, Marion y otros jóvenes judíos comenzaron a trabajar en lo que en los primeros años de la década del 30 era una nueva industria en Cuba, la de los diamantes.

Había sido creada por expertos en pulido de joyas que habían escapado del nazismo a Cuba y que, debido a sus conexiones internacionales, lograron transferir a La Habana los negocios que antes tenían en Europa. Los maestros contrataban a jóvenes refugiados para enseñarles cómo cortar y pulir las gemas.

Pero el documental no se enfoca solo en lo sucedido entre 1933 y 1944, años en los que se calcula llegaron a Cuba unos 12.000 judíos, sino también en el presente.

"Los traumas y desafíos del pasado y la energía y actitud positiva del presente son muy relevantes", puntualizó Truesdale, lamentando que en la actualidad se cuestione en Estados Unidos a los inmigrantes y se desconozcan su talento y sus aportes.

El filme ha recuperado el valor de aquellas experiencias, vistas ahora desde una nueva perspectiva. La cinta, dicen las directoras, ha servido para ubicar esas historias en el contexto actual y ha propiciado un diálogo.

"Mis padres fueron refugiados. Mi esposo es extranjero y esta semana obtuvo su residencia permanente en Estados Unidos. Ahora entiendo lo que es ser inmigrante y refugiado. Ahora entiendo lo que ellos sintieron. Y, a pesar de sus muchos años aquí, aún se sienten como extranjeros", afirmó Kreith.

A pesar de evitar temas políticos, pasados o presentes, el documental ha generado algo de controversia y Truesdale pide que se vea su trabajo como "una obra educativa" que comparte historias de "compasión hacia los extranjeros".

"Sé compasivo. Uno nunca sabe lo que un inmigrante o un refugiado va a traer. Si cierras tu corazón, nunca lo verás", apuntó Kreith.

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