Hace más de un año que el cantante de música urbana, de formación empírica, Henry Laso "El Encuyé" no canta. Este joven vocalista, natural de Cienfuegos, se vinculó desde su adolescencia con las instituciones culturales de su ciudad natal y entendió que la música fusión era su vocación natural. A los 19 años decidió venir para la capital a abrirse camino y profesionalizarse como músico.
En La Habana trabajó durante cuatro años como director de la compañía de espectáculos Pasión Caribe, perteneciente a la agencia TURARTE. Cuando Laso decide comenzar su carrera en solitario como cantante vocalista se audiciona por la Empresa Comercializadora de Música y Espectáculos Benny Moré, a la cual llega a través de Oriol, director de la orquesta Tumbao Mayor y gran amigo de Orlando Vistel, presidente del Instituto Cubano de la Música. Oriol —según Henry Laso— le pide 500 CUC para poder tener su aval como cantante profesional y por lo tanto poder continuar su carrera.
Pero Laso, quien ha compartido escenario con Yakarta, el grupo Chocolate, Abdel La Esencia y otros reconocidos grupos y cantantes de música urbana en el país, aspiraba a más, a ser un cantante-solista profesional y para eso en Cuba se necesita de la aprobación del Instituto Cubano de la Música (ICM), con la firma de su actual presidente Orlando Vistel. Y allí fue donde comenzaron los problemas y obstáculos para este joven músico que accede a conversar con DIARIO DE CUBA.
¿Dónde comienzan tus problemas con estos funcionarios de la cultura cubana?
A los tres meses de haber presentado mi proyecto de grupo fusión por los canales normales no tenía una respuesta. Hablo con el director de la Empresa Benny Moré, Reynaldo Almeida, sobrino del comandante Juan Almeida Bosque, quien me representa y le exijo una respuesta.
Almeida me dice que para que me aprueben debo dar 1.000 CUC y que 700 eran para Orlando Vistel, presidente del ICM. Si no daba ese dinero mi proyecto nunca subiría al ICM. Así de sencillo. Al principio yo me niego a dar ese dinero, pero Almeida en mi presencia hace una carta a Vistel para que este aprobara rápidamente mi solicitud. Y entonces doy el dinero.
Pasa todo un año de espera y mi proyecto sigue sin aprobarse. Sucede que Reynaldo Almeida no le da esa cantidad al presidente del ICM y cuando yo exijo que me den una respuesta sobre mi proyecto, la señora Mabel Castillo, jefa del Departamento Técnico del ICM me lo devuelve porque "no era de interés comercial" y me explica que había una "orientación" del Partido Comunista (PCC) de no aceptar más grupos de fusión porque este tipo de agrupación musical era influencia para la prostitución y el consumo de drogas, entre otras justificaciones sin sentido. Yo le digo a ella que esa respuesta debe dármela el presidente del ICM Orlando Vistel. Logro ver a este funcionario personalmente y entrevistarme con él.
El presidente del ICM me promete que me van a audicionar, que me presentara en una fecha determinada del año en curso, que así se haría. Cuando me presento, una funcionaria menor me dice que mi proyecto había sido desestimado y que la audición se suspende. Yo pierdo los estribos y exijo la presencia de Vistel, pero este, aprovechándose de la confusión huye y no me da la cara. Cuando me doy cuenta de que he sido víctima de un gran engaño y estafa, decido grabar mi protesta en los pasillos del ICM y colgué esos videos en internet.
A raíz de ese escándalo que armé en el ICM y su difusión por internet me cita la Seguridad del Estado para tratar de aplacarme y yo les digo todo lo que me ha sucedido. Ellos me prometen que se me va a volver a audicionar y que podré continuar mi carrera, pero nada de eso ha sucedido. No me han llamado más. Tampoco necesito que me vuelvan a audicionar porque yo ya he probado mi capacidad profesional y no necesito de una nueva prueba.
Como he denunciado la corrupción que existe en estas instituciones de la cultura cubana, algunas personas me han tachado de "opositor". Pero yo no soy político ni me interesa la política, solo quiero cantar y por exigir mis derechos te dan esos calificativos. Yo digo que opositores y corruptos son Oriol, Orlando Vistel y Reynaldo Almeida que tienen todo el poder para hacer lo que quieran y no les pasa nada. Mi único delito ha sido querer trabajar.
¿Qué contratiempos has tenido desde que denunciaste estos mecanismos corruptos?
He recibido amenazas para mi persona y a mi madre, también perdí a mi pareja por amenazas que le hicieron. En una ocasión, en la calle dos personas, evidentemente mandadas por Vistel, vinieron a darme golpes.
He escrito cartas de reclamación a Raúl Castro, a la Asamblea Nacional del Poder Popular, presenté una demanda en la Fiscalía General contra Orlando Vistel y allí me dijeron que estaba loco, que cómo iba a denunciar a un funcionario del país. Ningún abogado de Bufetes Colectivos quiso atender mi caso y por eso me estoy asesorando con un abogado independiente de Cubalex. Todos mis supuestos amigos, con la excepción de dos, me dieron la espalda y ya ningún estudio de grabación quiere grabar mi música, cuando antes hasta lo hacían de gratis.
¿En estos momentos como te ganas la vida?
Estoy limpiando puercos en mi natal Cienfuegos para poder ayudar a mi madre, que padece de cáncer. Y no me pesa realizar esa labor porque el hombre se forja con la vida, pero me siento muy frustrado porque no es lo que deseo para mí. Mi sueño es poder cantar y hacerlo en Cuba y sencillamente no me dejan.
¿Cual es el mensaje final que deseas difundir?
No entiendo que a un artista lo tenga que hacer un papel. La música es oferta y demanda. Si gustas, puedes cantar; si pintas, puedes pintar. Por eso quiero que el mundo conozca la corrupción tan grande que existe en la cultura cubana. No solo me ha pasado a mí, también a Luis Enrique Truttié, un cantante que tiene colaboraciones con Waldo Mendoza y otros de renombre. A él le cobraron esta misma cantidad de dinero y su aval es falso. No soy yo solo el que ha sufrido el procedimiento corrupto de estos funcionarios. Por eso quiero que se sepa toda la verdad. Que si la cultura cubana no se limpia de estas personas corruptas, seguirá siendo un desastre.