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Agua

Más de 700.000 santiagueros están sometidos a ciclos de suministro de agua de entre 20 y 75 días

La situación no solo obedece a la falta de combustible o la sequía. 'Desde finales de 2018 ni existen, ni se respetan los ciclos', dice una vecina.

Santiago de Cuba
Residentes en Santiago de Cuba recogen agua de una camión cisterna.
Residentes en Santiago de Cuba recogen agua de una camión cisterna. Diario de Cuba

Más de 700.000 habitantes de la provincia de Santiago de Cuba están sometidos a ciclos de distribución de agua de entre 20 y 75 días, debido a los salideros, las continuas averías de las conductoras y la falta de combustible que afectan las operaciones del acueducto más moderno de la Isla.

Esta situación tan grave se suma a los cortes del servicio eléctrico y la falta de alimentos que provocaron las protestas del pasado 17 de marzo en la capital provincial.

Junto al hambre y los apagones, los santiagueros deben lidiar con la insalubridad provocada por la falta de agua potable en sus hogares, un tema que el Estado dio por resuelto hace una década al invertir más de 200 millones de dólares para supuestamente dotar al territorio de un servicio que funcionara de forma eficiente durante las 24 horas del día.

Waldis González Peinado, coordinador de programas y objetivos del gobierno provincial, reconoció durante una comparecencia televisiva que la crisis energética conllevó a un desbalance total en la distribución de los recursos hídricos, tanto en la ciudad cabecera como en el resto de los municipios.

En un intento por aplacar el malestar popular, señaló que también existen negligencias, morosidad, descontrol y violación de las normas técnicas a la hora de garantizar su trasiego y distribución desde las plantas potabilizadoras.

Según Gerardo Ginarte Sánchez, delegado del Instituto de Recursos Hidráulicos, "los embalses del territorio se encuentran al 78% de su capacidad de llenado y las aguas subterráneas de los pozos de San Juan tienen una situación favorable", lo que garantiza la distribución por un período de dos años, aun si el régimen de lluvias fuese escaso o nulo.

El dirigente explicó que a "20 comunidades, donde radican unos 7.000 habitantes, se les agotaron sus fuentes fluviales debido a la sequía".

Las zonas más críticas en la segunda ciudad en importancia del país son El Caney, Ciudamar, los barrios del litoral, Sevilla, Las Lajas, El Rodeo, La Kety y el distrito José Martí, con ciclos de abasto de agua de entre 25 y 50 días.

Orlando Romero Veranes, director de ingeniería de Aguas Santiago, reconoció que esos sectores hidrométricos están afectados por las roturas de varias conductoras, donde se debe sustituir hasta un kilómetro de tuberías, cuyo diámetro fluctúa entre los 300 y 1.000 milímetros.

Los salideros son tan grandes que se han convertido en zonas de recreo y lavaderos de autos y animales. Dicho espectáculo indigna a quienes recogen en palanganas y otros recipientes el agua con que se bañan para descargar sus servicios sanitarios, mientras observan atónitos la indolencia con que se despilfarra y se vierte por el alcantarillado.

El ingeniero Alberto Martel, de Aguas Turquino, entidad responsabilizada con el control y la distribución en siete municipios de la provincia, dijo que en San Luis, Dos Caminos, Songo, Yerba de Guinea, La Prueba, Los Pozos, La Sultana, Mina de Ponupo, Joturo y La Perla los ciclos han llegado a rondar los 75 días.

Añadió que también viven situaciones tensas Filé y Baire, de los municipios de Tercer Frente y Contramaestre, respectivamente, donde apenas se ha podido bombear dos veces en lo que va de año.

En el poblado de Baraguá, a menos de un kilómetro de una presa que almacena 256 millones de metros cúbicos de agua, el ciclo de distribución está en 35 días; mientras que en Palma Soriano, situado en la rivera del río Cauto, el más largo de Cuba, el pueblo recibe el servicio una vez al mes.

"Más que los ríos y los pozos, lo que está seca en Santiago de Cuba es la paciencia", dijo Aleida Milanés, vecina de la ciudad.

Hilda Llopiz, de San Felipe, calificó de "crimen mantener a los ancianos, niños y embarazadas durante dos meses y 17 días sin agua en sus casas".

En zonas densamente pobladas de Palma Soriano, la población utiliza pozos rudimentarios con altos niveles de sodio y potasio y consume agua "cruda" de ríos donde se lavan tractores, se bañaban animales y las vaquerías vierten sus residuos.

Ana Bustamante explicó que, aunque Santiago de Cuba dispone de recursos hídricos suficientes, "miles de familias cuentan con un sistema rudimentario para almacenar la lluvia, y en los edificios están pendientes de la que escurre de las azoteas para garantizar el aseo".

Una vecina del reparto Flores fustigó a las autoridades porque "hace más de 35 días no ponen el agua, mientras en las calles se desperdicia sin medida". Otra dijo que no le alcanza el salario "para continuar pagando los tanques de agua a 300 pesos, porque el ciclo (de distribución) rebasa los 60 días".

Marlene dijo que "en el hoyo del Micro 7 las personas cogen agua con cubos y jarros del registro abierto en el piso, debido a que hace casi un mes no les llega por la pluma".

"Para tomar, compro los porrones de 20 litros, a 100 pesos", explicó, porque el resto de los quehaceres los resuelve con agua casi putrefacta del río Gascón, donde van a parar los residuales de un caserío cercano.

"Desde finales de 2018 ni existen, ni se respetan los ciclos", criticó Maricela, de La Risueña, quien reflexionó sobre la polémica en una zona "a donde nunca mandan pipas y la población esta cundida de sarna y rasquiña".

Como ella, muchos santiagueros desconfían de una pronta solución a esta problemática, porque el Gobierno ni supervisa, ni dispone de un cuerpo de inspectores que fiscalice a la Empresa de Acueducto.

Para Adolfo Esquivel "la insensibilidad no tiene límites y la prensa tampoco ayuda", en referencia a la manera en que desinforman los medios sobre un tema que, junto al de la comida, "asfixia" a muchas familias de bajos ingresos.

Cuentan Abelardo y su esposa Katiuska que "en San Pedrito, si no haces una cisterna estás frito, y la mayoría solo utiliza el baño para el aseo, pues los desechos fisiológicos los evacuan en las letrinas que tienen en los patios".

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3 comentarios

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A la China le pasó con esto como con el vacito de leche. DIjo que la inversión en acueducto, haría que Santiago tuviera agua 24/7, 365. Per el canal de trasvase que debía hacerse para tales efectos, prefirió hacerlo a Holguín y no por la ruta trazada desde tiempos inmemoriables por un agrimensor que a lomo de caballo hizo toda la planificación. Entonces, ni agua y menos leche. Váyanse, suelten el poder. No sirven, no funciona nada de lo que han hecho y desbarataron lo que funcionaba.

Ya queda menos para la extinción cubana.

Profile picture for user Pedro Benitez

Las condiciones ideales para incubar un brote de Cólera y rematar a los santiagueros. Una situación delicada, porque si se pierde el pan junto con la corriente por unos días, se forma otro lío en las calles. Y de protesta en protesta puede surgir una masacre.