El Gobierno cubano estableció este martes por decreto controles de precios más estrictos a negocios estatales y privados, así como nuevos impuestos sobre el salario, como medida emergente para atajar la crisis económica que afecta a la Isla.
De acuerdo con dos resoluciones del Ministerio de Finanzas y Precios publicadas en la Gaceta Oficial, se prohíbe el aumento de precios minoristas y mayoristas, excepto en los productos importados y distribuidos por el Estado, donde los márgenes de beneficio establecidos ya no podrán incrementarse.
"En efecto, han suspendido el proceso de oferta y demanda en el mercado", dijo a Reuters un economista cubano, que prefirió el anonimato, refiriéndose a la medida.
La resolución 302 de Finanzas y Precios dispuso que los trabajadores privados y cooperativas no agropecuarias, entre otros, "no pueden incrementar los actuales precios y tarifas de sus productos y servicios con destino a entidades estatales y la población".
La medida decreta que las empresas comercializadoras no pueden aumentar las tasas de margen comercial con las que actualmente operan. Todo incremento debe ser solicitado al Ministerio de Finanzas y Precios para su evaluación, indicó la Agencia Cubana de Noticias.
También se incrementan los impuestos conocidos como "contribución especial a la Seguridad Social". Los trabajadores con un salario inferior a los 500 pesos (CUP) pagarán el 2,5% de este, y quienes ganen más de 500, el 5%, siempre a través de retenciones que realizarán las administraciones.
Además, habrá un impuesto del 3% sobre los ingresos personales de los trabajadores estatales, que se cobrará por el total de las remuneraciones que obtienen, a partir de 2.500CUP mensuales, por concepto de salario escala.
Durante las pasadas semanas, los gobiernos provinciales han puesto tope a los precios de algunos productos que ofertan los negocios privados.
Tras el incremento salarial recién anunciado por el Gobierno cubano para una parte de los trabajadores estatales, este aseguró que habría un fuerte control de los precios minoristas. El gobernante Miguel Díaz-Canel llamó con ello a evitar la "inflación", durante una intervención trasmitida por la televisión estatal.
Ante el desabastecimiento generalizado que golpeó recientemente a la Isla, los precios se dispararon. Una libra de carne de cerdo llegó a costar entre 70 y 80CUP. Enormes colas se desencadenaron en las tiendas en CUC cuando las abastecían de pollo o salchichas.
Uno de los chivos expiatorios favoritos del Gobierno cubano ante los períodos de escasez han sido tradicionalmente los vendedores privados, a quienes la prensa oficial acusa de la carestía sin señalar al propio tiempo la ineficacia de un sistema económico incapaz de sostener en el tiempo las ofertas de productos y servicios.