La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia desarticuló una red criminal que usaba personas para enviar droga de ese país a Cuba a cambio de una remuneración de entre 6.000 y 10.000 dólares.
"Se ha logrado la aprehensión de personas que se dedicaban a reclutar jóvenes, a las cuales obligaban a tragar (droga) y a personas que están vinculadas con organizaciones criminales del exterior", informó el inspector nacional de la FELCN, coronel Edwin Pérez, en conferencia de prensa reseñada por el diario boliviano Los Tiempos.
La red criminal, integrada por bolivianos, colombianos y cubanos, fue descubierta en una vivienda de la zona de La Paz. Los efectivos antidroga sorprendieron a los delincuentes cuando obligaban a las mujeres a tragar las cápsulas de droga que deberían transportar.
El reporte solo menciona los nombres y las iniciales de los apellidos de los detenidos: José A.G.R. y Carlos O.P.E., de nacionalidad colombiana; Omar B.M.C., cubano; la brasileña Carla S.I.C.F.S.; y las bolivianas Vianka M.C., Ariannet E.G.S. y Raquel I.C.R.
En la acción policial se requisó cocaína líquida equivalente a 3 kilos con 80 gramos, un vehículo y 3.000 dólares.
Aunque el reporte no indica el tiempo que llevaba operando este grupo ni el destino de sus envíos a la Isla, llama la atención que el suceso se da a conocer el mismo día que la Aduana de Cuba ofreció un reporte de las requisas de droga realizadas en las fronteras.
Según Moraima Rodríguez Nuviola, directora de Enfrentamiento de la Aduana General de la República, entre enero y mayo de 2019 ha habido un "ligero incremento" de los casos de tráfico de drogas.
En el período se produjeron 12 incidentes, más otros tres en lo que va de junio, en los cuales se intentó entrar estupefacientes a la Isla. Ello contrasta con los nueve descubiertos en el mismo periodo de 2018, apuntó el sitio oficial Cubadebate.
La funcionaria precisó que la mayor cantidad de droga incautada fue cocaína, con 7.8 kilogramos. Además se incautaron 0.4 kilogramos de marihuana, así como 0.3 de cannabinoides sintéticos.
Rodríguez Nuviola apuntó que, en su mayoría, la droga detectada venía en el interior del cuerpo de las personas, ya fuera ingerida, insertada en la vagina o en el recto, y adosada a diferentes áreas, como la cintura, los glúteos y los genitales.
También se intentó ocultarla en el equipaje, en doble-fondos de maletas, material escolar, tubos de bicicleta y artículos de aseo personal.