El Gobierno de Cuba reconoció por vez primera la existencia de feminicidios en la Isla, después de décadas en las que sus autoridades han dicho que ese fenómeno no tiene presencia en el país.
El reconocimiento aparece en el primer Informe Nacional sobre la implementación de la Agenda 2030 que La Habana ha hecho público y que reseñó la corresponsalía en la Isla de la agencia IPS.
El informe asegura que las "muertes ocasionadas por su pareja o expareja han disminuido entre 2013 y 2016 en un 33%", afirma el documento presentado en abril durante la tercera reunión del Foro de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, y que puede ser descargado de internet.
Según el estudio, la incidencia de feminicidios fue de 0,99 por cada 100.000 adolescentes y mujeres cubanas de 15 y más años en 2016, una de las fechas más recientes de las que se ofrecen resultados estadísticos.
Esta clase de reportes, que los países presentan de manera voluntaria para resumir avances y desafíos en el cumplimiento de sus compromisos con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, no incluye un glosario que permita conocer si, como pasa en otros países de América Latina y el Caribe, se está asumiendo femicidio como sinónimo de feminicidio.
Naciones Unidas define el feminicidio como el homicidio de mujeres por razones de género o "por el solo hecho de ser mujer". El feminicidio puede ocurrir a manos de la pareja, expareja o de un desconocido, en el espacio privado o público, o ser la consecuencia última de un acto de violencia sexual, entre otras múltiples formas, pero siempre por el hecho de ser mujer.
Al reportar sobre el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), el Gobierno cubano incluyó resultados de la Encuesta Nacional de Igualdad de Género aplicada en 2016: en los 12 meses antes de la encuesta, el 26,7% de las cubanas dijeron haber sufrido violencia en el seno de la pareja y otro 39,6% en algún momento de su vida.
En lo que va de década, la cantidad de muertes de mujeres por violencia es de alrededor de una decena mensual, según los datos ofrecidos por las autoridades. En 2014 hubo un pico de 157 fallecidas por esa razón, y en 2016 se reportaron 120, la cifra más baja, que repuntó en 2017, cuando hubo 130.
La directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, ha negado, no obstante, que este fenónemo exista en Cuba, lo que ha atribuido al "efecto de la revolución".
Aunque realizan campañas a favor de los derechos de la mujer y para propagandizar los "avances" cubanos en ese sentido, el Gobierno y los medios de prensa en la Isla, todos oficiales, no suelen publicar reportes y datos sobre la violencia contra las mujeres.
La publicación de este informe acompaña a denuncias que se suceden en la red social Facebook sobre la muerte violenta de cubanas por razones de género.
El pasado 3 de mayo se conoció de la muerte de Lis Obregón Pérez, una joven de 27 años asesinada a puñaladas por su expareja ante la puerta de un Círculo Infantil donde dejaba a sus dos hijos pequeños.
La muerte de Obregón sucedió en apenas cinco días a la noticia de que una mujer de 46 años había sido asesinada por su expareja en la comunidad de San Pablo de Yao, en el municipio de Buey Arriba, Granma.
A inicios de ese mismo mes, la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de la estudiante de medicina de 21 años Leydi Laura García Lugo, en áreas aledañas a la Autopista Nacional en Villa Clara, colocó con fuerza en las redes sociales el debate sobre la incidencia en Cuba de feminicidios.
En esa ocasión, el periódico oficial 5 de Septiembre, de Cienfuegos, reveló que la joven de 18 años Leidy Maura Pacheco había sido secuestrada el 26 de septiembre en el camino de regreso a casa, violada, asesinada y enterrada en una zona boscosa, cercana al asentamiento Junco Viejo, en las afueras de la capital provincial.
Menos de un año después, en agosto de 2018, la prensa provincial y nacional reportó que los tres hombres acusados recibieron penas desde 30 años de prisión (en el caso de un menor ante la ley) hasta de privación perpetua de libertad.
La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) no publica estadísticas que permitan conocer la incidencia de feminicidios en Cuba. Por su parte, el Anuario Estadístico de Salud, que cada año da a conocer el Ministerio de Salud Pública en el sitio de Infomed, incluye las muertes por agresión en su reporte por sexo de las primeras 35 causas de muerte en la población cubana.
Según esa fuente, 1.086 mujeres cubanas murieron por agresiones entre 2010 y 2017. La cifra más baja se reporta en 2016 con 120 casos y la más alta en 2014, con 157 casos.
Los datos facilitan un acercamiento al número de mujeres que mueren en la isla por causa violenta y su posible frecuencia, pero no permiten conocer cómo se producen estos crímenes.
La muerte violenta de hombres en el país supera con amplio margen la de mujeres, al alcanzar la cifra de 3.541 entre 2010 y 2017. Pero, según especialistas, mientras los hombres suelen morir a manos de otros hombres, como resultado de formas de violencia machista, las mujeres mueren a manos de hombres cercanos, por lo general sus parejas o exparejas.
Cuba carece de una ley específica de violencia de género y de un modelo integral de atención a las víctimas y sobrevivientes. El Código Penal vigente no tipifica el feminicidio ni tiene una visión diferenciadora para los casos de violencia por motivos de género que permitiría considerar la situación especial de las mujeres que tienen la doble condición de víctima y victimaria.