La Policía cubana ha reprimido a jóvenes congoleños que estudian en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. El Ministerio de Salud Pública (MINSAP), y no la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), confirmó que ocurrieron "incidentes violentos" entre esos estudiantes y fuerzas antimotines cubanas.
Los jóvenes protestan por el estipendio de más de dos años y medio que les deben las autoridades de su país. Según ha trascendido, algunos han tenido que ser trasladados a servicios médicos de urgencia, a causa de la acción policial.
Se conocen quejas anteriores de estudiantes de otra nación africana, Kenia, en ese mismo centro de altos estudios habanero. Igual que los congoleños, ellos atraviesan la falta del pago de sus estipendios. El pasado marzo se produjo la muerte de uno de los estudiantes kenianos y, aunque se ha sugerido el suicidio, las circunstancias no han sido aclaradas aún.
En el caso de los estudiantes kenianos, La Habana acordó con las autoridades de su país recibir el 75% del estipendio de cada uno de ellos, a cambio de ocuparse de sus condiciones de vida. El fallecido formaba parte de un grupo que exigía al régimen cubano mejores condiciones de vida y menos retrasos al pagarles el 25% de sus estipendios. Asimismo, pedían al Gobierno de Kenia que les entregara el dinero íntegramente.
El régimen cubano ha creado las causas por las que protestan los estudiantes kenianos de la Universidad de Ciencias Médicas y, aunque presuntamente no tenga responsabilidad alguna en el pago de estipendios a los estudiantes congoleños, se ha hecho cómplice del Gobierno de la República del Congo al asegurar la represión policial contra la protesta estudiantil.
Las autoridades del MINSAP, al reconocer la represión y no condenarla, se hacen cómplices de la PNR. Ambas instituciones funcionan al unísono y muestran la verdadera cara del tan cacareado "internacionalismo" de la dictadura cubana: forman médicos extranjeros por motivaciones políticas, y por motivaciones políticas cargan violentamente contra ellos. No les importa machacar a quienes están en la obligación de formar.