The @USCG interdicted 8 migrants Sunday on Cay Sal attempting to illegally enter the United States.
— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) 8 de abril de 2019
For more information: https://t.co/HV6cTfOYc1
La Guardia Costera de EEUU interceptó el domingo a ocho emigrantes en Cay Sal, Florida, cuando intentaban ingresar ilegalmente a territorio estadounidense, informó el cuerpo de seguridad en una nota publicada en su web oficial.
Los vigilantes del 7º Distrito de la Guardia Costera recibieron una notificación de una aeronave de la Estación Aérea de la Guardia Costera de Miami en la que informó que dos personas se escondían en arbustos cercanos.
Un equipo llegó a la escena y desplegó una misión de abordaje en tierra para investigar la situación. Pudo localizar a los ocho ciudadanos cubanos y los embarcó sin incidencias médicas.
Los ocho ciudadanos cubanos fueron transferidos a funcionarios de Inmigración de Bahamas en Freeport, Bahamas, por el equipo del Guardia Costera Robert Yered (WPC-1104) y serán devueltos a la Isla, según precisó la institución armada.
"Los viajes de migración ilegal son extremadamente peligrosos cuando se transportan vidas humanas en estos barcos no aptos para el transporte, y ponen en peligro la seguridad de los que viajan a bordo", dijo Jeffrey Swope, subalterno del Comando de Vigilancia.
"La Guardia Costera sigue siendo consistente con la misión de proteger la seguridad de la vida en el mar e interceptar a estos buques en un esfuerzo por prevenir la pérdida de vidas", añadió.
El lunes el Servicio de Guardacostas de EEUU informó que su personal destacado en Key West, Florida, interceptó a un grupo 11 balseros que intentaron ingresar al país de manera ilegal el viernes pasado.
La emigración de cubanos a través del mar no se ha detenido, a pesar del fin de la política de "pies secos, pies mojados", decretado por el entonces presidente de EEUU Barack Obama en uno de sus últimos pasos antes de abandonar la Casa Blanca en enero de 2017.
Por tierra y a través de las fronteras mexicanas el flujo también prosigue indetenible. En los primeros cinco meses del año fiscal 2019, 6.289 emigrantes de Cuba acudieron a los puertos de entrada.
Otros miles continúan en territorio mexicano varados o formando parte de las caravanas de otros emigrantes centroamericanos que también intentan llegar a EEUU.
Varados en Mapastepec
En Mapastepec, estado de Chiapas, decenas de ciudadanos de la Isla integran un grupo de 1.700 que también aguardan por documentos de las autoridades mexicanas para poder continuar el viaje hacia el norte.
"Están varados porque si ellos deciden salir del campamento provisional en que se encuentran y seguir por carretera, rumbo a la Ciudad de México y, posteriormente, al norte del país con destino final a los EEUU, serán detenidos por personal de migración", dijo la activista Maricela Sandybell Reyes González, citada por Notimex.
A su arribo a México por la frontera sur, los centroamericanos se desplazaron hacia Tapachula, Chiapas, pero tras los disturbios que protagonizó un grupo de cubanos el 15 de marzo, que dejó como saldo un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM) herido, se cerró la delegación hasta nuevo aviso.
En ese lugar solo se están procesando servicios que ya habían sido agendados en la delegación local de Ciudad Hidalgo, entre ellos, el seguimiento y resolución a los trámites de regularización de situación migratoria por razones humanitarias.
"A los migrantes centroamericanos los condujeron estratégicamente a Mapastepec, municipio que no cuenta con un gran desarrollo. Las autoridades migratorias instalaron un campamento para proporcionarles asistencia humanitaria, pero esta es mínima y el lugar es poco higiénico", abundó Reyes González.
La responsable del Programa de Defensa Integral para la Justicia y las Migraciones hizo hincapié en que las personas migrantes duermen en colchonetas y debido a las limitaciones del espacio, los migrante se han tenido que organizado para dormir y realizar actividades de aseo en sanitarios y espacios comunes.
En entrevista con Notimex, la activista sostuvo que esta situación se agrava debido a que afuera del campamento se encuentran varadas otras 900 personas, en su mayoría mujeres, niñas, niños y adolescentes, cuya ayuda humanitaria se ve reducida aún más, dado que deben dormir a la "intemperie", usan palmas para cubrirse del sol y deben pagar a particulares para hacer uso de un sanitario.
Para la activista, desde el ingreso de la primera caravana a México, en octubre de 2018, se pasó de una política migratoria humanitaria a una de contención.
"Le aseguran a los migrantes que realicen el trámite para obtener su tarjeta por razones humanitarias, pero tarda su entrega. Al final, el objetivo sigue siendo la deportación", expresó.
Así, al menos dos grupos de cubanos han sido deportados en las últimas semanas a la Isla. Precisamente para protestar ante estos procesos, otros emigrantes varados en Tapachula han decidido realizar huelgas y otras acciones respaldadas por ONG humanitarias.