Cientos de emigrantes que han salido de Cuba vía Nicaragua en las últimas semanas se están acumulando en la frontera de México con Estados Unidos con la intención de buscar asilo político en este país.
"Aquí están llegando alrededor de 70 a 100 cubanos al día", dijo a Radio Televisión Martí, Yonimiler Del Río Polo, cubano de Ciego de Ávila. "A los de Puerto Obaldía (Panamá) se suman decenas que han salido directamente a Nicaragua", comentó del Río, quien salió de Obaldía hace dos semanas.
El pasado 23 de enero, Nicaragua flexibilizó las condiciones para otorgar visas a los cubanos, quienes desde entonces han comenzado a viajar a ese país centroamericano, y desde ahí se encaminan hacia la frontera de Estados Unidos.
"Sacas un pasaje de ida y regreso y cuatro días antes del vuelo, vas a la embajada en La Habana y te dan la visa", dijo uno de los cubanos que está en Tapachula, México, y que viajó por esa vía a Managua.
Según dijo este emigrante, que prefirió no revelar su identidad, es obligatorio comprar el boleto a la aerolínea venezolana Conviasa o a la colombiana Avianca. "En mi caso, compré el boleto en oferta a Conviasa por 200 dólares, pero hoy está costando hasta 1.300".
"La entrevista en la embajada sin muchas preguntas: ¿a qué va a Nicaragua?, dices de turismo o a realizar compras. Eso es suficiente, el funcionario consular estampa la visa en tu pasaporte y a volar", dijo. Desde Managua, este emigrante siguió camino por el corredor centroamericano hasta llegar a Tapachula.
A finales de 2015, Nicaragua cerró su frontera a cientos de migrantes cubanos que buscaban ingresar desde Costa Rica en su ruta a Estados Unidos. El acto desencadenó una crisis migratoria y unos 8.000 cubanos quedaron varados en territorio tico.
El Gobierno de Ortega facilitó los viajes de cubanos a Nicaragua desde enero último, un cambio de política que ha llamado la atención.
"Es una forma velada de comenzar a enviar agentes de inteligencia y aliados a Nicaragua disfrazados de turistas, en momentos en que se teme por la permanencia en el poder del sandinismo", dijo a Radio Televisión Martí Anibal Toruño, director de Radio Darío, en la ciudad nicaragüense de León.
Manuel Abaunza, exembajador nicaragüense en países como Venezuela y Colombia, considera que se aplica en este caso un mismo patrón.
"Se ha hecho en Venezuela. Desertan los militares y hay que reforzar las huestes oficiales que comienzan a flaquear", dijo el hoy director de la Comisión de Derechos Humanos de Nicaragua, en Miami.
Mientras, los migrantes cubanos que salieron de Puerto Obaldía en las últimas semanas han comenzado a aglomerarse en Tapachula, estado mexicano de Chiapas, tras cruzar el río Suchiate, frontera fluvial con Guatemala.
Según cálculos de los propios migrantes, el número de antillanos supera el millar, a la espera del salvoconducto que les permite transitar por el territorio azteca por 20 días.
Los hostales están a máxima capacidad (por un promedio de diez dólares por persona la noche). Los refugios, como la Casa del Migrante, no tienen cupo y frente a la oficina del Instituto Nacional de Inmigración y la Policía Federal, decenas de cubanos merodean durante el día y pernoctan en la noche a la intemperie.
Cuentan los migrantes que en el centro de Tapachula andan cubanos recogiendo mangos que caen de los árboles en el parque de la localidad. La travesía ha secado sus bolsillos. No tienen para comer, ni para pagar un techo.