La prensa estatal, en medio de una ofensiva de limpieza de imagen tras un vídeo en el que se ve salir a toda velocidad de Regla a una comitiva oficial entre gritos de "¡descarados!", ha acusado a "medios digitales" de producir "fake news" y de llegar a "manipular" fotos y audiovisuales.
"Manipulación (…) aunque no lo parezca", dice un artículo de la periodista Arleen Rodríguez Derivet publicado en el sitio oficial Cubadebate.
Rodríguez niega que a Miguel Díaz-Canel lo hayan abucheado en Regla.
"En el corazón de una de las zonas más afectadas por la tragedia, difícilmente alguien ofenda a quien ha venido personalmente para valorar el alcance de sus necesidades y buscar el mejor modo de resolverlas", señala.
Para la conductora de la Mesa Redonda de la televisión cubana, "se trata de una práctica criminal con el deliberado propósito de desorientar, confundir, predisponer a una población golpeada y aturdida aún por uno de los más inesperados y violentos golpes de la naturaleza".
En opinión de Rodríguez, "no hay que ser expertos en realización audiovisual para advertir en qué consiste la manipulación en el caso del vídeo contra Díaz Canel".
"Voces sin cuerpo y cuerpos sin rostro que se mueven en la lógica dinámica de la visita de un presidente, acompañado de ministros y prensa. Algarabía, movimientos ágiles de los que custodian el área cuando se marchan y…lo demás lo pone cualquiera", dice.
En el vídeo criticado aparecen tres carros marca Mercedes Benz de color negro y otros dos vehículos. También personal de seguridad desplegado intentando abandonar el lugar lo antes posible.
"¡Propaganda nada más! ¡Descarados!", se escucha gritar a una mujer, después de que otros insistieran en que la comitiva se desviara a algún lugar particular.
La periodista oficialista señala: "Por meses lo que hemos visto donde quiera que Díaz-Canel llega o por donde pasa es entusiasmo, afecto, reconocimiento, manos hacia sus manos, identificación mutua. Y el desvelo de un político atento a la gente, que pregunta y escucha, pero, sobre todo, que lleva la sensibilidad a flor de piel y la exige constantemente a sus subordinados".
El propio Díaz-Canel reaccionó este fin de semana ante lo que llamó "irritación" de los damnificados del tornado que destrozó parte de La Habana el pasado 28 de enero, pero dijo que se debe a "incomprensiones".
"Hay que tener mucha sensibilidad con la gente porque está muy dolida por lo que ha pasado", dice el gobernante en un vídeo que circula en las redes sociales.
"Hay que entender que todo el que esté en una situación complicada puede reaccionar de una manera irritada, con incomprensiones", añade. "Pero también hay que explicarle a la gente que esto no lo resolvemos en un día ni en dos, esto van a ser semanas de trabajo intenso", afirma.
Por su parte, el Noticiero Estelar de la televisión cubana publicó un reportaje, replicado por el Canal Caribe, que bajo el título "Mentiras en la Red" aborda el incidente en Regla, sin mencionarlo, entre otros asuntos criticados como el bloqueo a la ayuda individual a los damnificados.
"Varios elementos han sido manejados sin otro propósito de manipular a nuestra población que, por suerte, tiene olfato suficiente para saber qué no huele bien o viene envuelto en intenciones enrarecidas", dice el joven conductor.
Niega que la respuesta del Gobierno tras el tornado haya sido lenta y recuerda que Díaz-Canel y otras autoridades han estado en las zonas del desastre horas después de lo ocurrido y que el Consejo de Ministros "se ha reunido día tras días para evaluar como La Habana supera este momento complejo".
"Contrario a lo que algunos medios han malintencionado las visitas de los principales dirigentes de la nación han reforzado la idea de que la revolución no deja a nadie desamparado", sostiene.
Se trata de la misma frase utilizada durante décadas y han escuchado víctimas de huracanes y derrumbes que viven hacinados en los colapsados albergues estatales.
"Algunas 'noticias mentiras' han pretendido llenar de ruido algo tan sensible como las ayudas, esas que espontáneamente han venido de diversas partes del mundo o las que desde aquí mismo han llegado", cuestiona en otro momento.
"Aún cuando quisieron desde Facebook y Twitter convencernos de que no estaba entre las prioridades del Estado cubano, (la ayuda) es hoy una realidad ordenada con cuentas bancarias y centros para recepcionar la buena voluntad…", añade el periodista.
"Un comentario aparte merece el supuesto asedio a quienes acudieron a los lugares para brindar apoyo. Quienes hemos estado cada día en las zonas devastadas sabemos de miles de intenciones y buenas acciones que en Regla, Diez de Octubre y Guanabacoa han encontrado abrigo", añade.
Según el reportaje, "nadie se los ha prohibido, aunque medios digitales digan lo contrario".
Uno de los testimonios que más ha levantado polémica en las redes ha sido el de la Camerata Romeu y su directora Zenaida Romeu, quien denunció que fue expulsada de Regla junto a las muchachas de la agrupación por la gobernadora local, y "acompañadas" y ofendidas por efectivos del Ministerio del Interior hasta que dejaron la localidad.
Varias iglesias y creyentes se han movilizado desde el 28 de enero junto a cientos de cubanos para socorrer a las víctimas del tornado que azotó la capital. Al igual que otras personas que han tratado de llegar hasta los municipios más afectados para entregar ayudas, la Policía les ha retenido e intimidado.
"Está la ayuda humanitaria y quienes buscan convertir el sufrimiento ajeno en material de publicidad y propaganda", señala el NTV.
El reportaje celebra que "muchas personas, sobre todo las más necesitadas, no pagarán ni un peso porque el Estado subsidiará su casa sin otro interés que la satisfacción de sus moradores".
En efecto el Gobierno subsidiará los materiales de construcción, pero no será completamente gratis. Tendrán que pagar el 50% y quienes no tengan el dinero lo harán a plazos.
Para cerrar el reportaje, el periodista dice que "el pueblo está cada vez más al tanto de la manipulación que viene con sonidos sin rostros, vídeos que no muestran nada o fotos burdamente logradas en la complicidad de una computadora".
