El sitio estatal Cubadebate calificó la resolución presentada el jueves por los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez (demócrata) y Marco Rubio (republicano) como un intento de restablecer "un programa de robo de cerebros dirigido a los médicos cubanos que cumplen misión en el exterior".
La intención de los legisladores, a quienes el medio oficial acusa de oponerse "a cualquier acercamiento con La Habana", es la restitución del programa de refugio a médicos cubanos que escapan de misiones en el exterior (el Cuban Medical Professionals Parole), establecido por George W. Bush y derogado al final del mandato de Barack Obama.
El Gobierno se queja de que durante los años que se mantuvo vigente (2006-2017), la iniciativa "constituyó un incentivo ilegal para que el personal cubano de la salud que colaboraba en terceros países abandonara sus misiones y emigrara a los EEUU".
La resolución bipartidista introducida en el Senado por Menéndez y Rubio califica de "tráfico humano" la venta por parte de La Habana de los servicios de los profesionales de la salud de la Isla.
Cubadebate no menciona que los políticos cubanoamericanos, basándose en una investigación iniciada por DIARIO DE CUBA, denuncian los abusos contra los médicos cubanos enviados al exterior, y acusan a La Habana de someter a esos profesionales a una "trata de personas patrocinada por el Estado".
El sitio sí lamenta que el programa que buscan restaurar "causó daños a la cooperación médica internacional de Cuba y en especial a las naciones pobres del tercer mundo que se benefician del aporte de los profesionales de la Isla".
El medio también recuerda que Menéndez y Rubio consideran en su iniciativa que el Departamento de Estado de EEUU debe endurecer la clasificación de Cuba en su informe anual sobre trata de personas.
Así lo presentan los senadores, "dadas las nuevas pruebas sobre las misiones médicas cubanas" en el exterior y "el fracaso del Gobierno de Cuba en criminalizar la mayoría de las formas de trabajo forzoso".
En su artículo, Cubadebate se salta la advertencia a los gobiernos que contraten los servicios de trabajadores cubanos de la salud a través de la Comercializadora de Servicios Médicos —una opaca Sociedad Anónima— u otras empresas del Gobierno, que asumen "riesgos relacionados con la participación en acuerdos de trabajo forzoso".
En la resolución presentada el jueves, Menéndez y Rubio recuerdan que, para controlar a esos rentables trabajadores de la salud en el exterior, el régimen recurre a métodos coercitivos como retener sus pasaportes y restringir sus movimientos, vigilar sus actividades fuera del trabajo, amenazarlos con revocar sus licencias médicas, tomar represalias contra sus familiares en Cuba si abandonan las misiones, e impedir la entrada a la Isla durante ocho años a quienes no regresan.
En la resolución, Menéndez y Rubio se refieren específicamente al programa Más Médicos, propuesto por La Habana a Brasilia en 2012 e iniciado por el Gobierno de Dilma Rousseff en 2013.
En el esquema creado para Más Médicos, La Habana y Brasilia utilizaron como intermediaria a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una estrategia del Gobierno de Rousseff para evadir al Congreso brasileño, al que tendría que haber acudido en caso de acuerdo bilateral.
Como resultado, por la contratación de trabajadores de salud cubanos que prestaban servicios en Brasil, la OPS se quedaba con el 5% de lo que pagaba en salarios el Gobierno de Rousseff. El régimen cubano, por su parte, se embolsaba al menos el 70%. A los profesionales de la Isla llegaba solo una ínfima parte.
La iniciativa de Menéndez y Rubio exige a la OPS "proporcionar inmediatamente una mayor transparencia sobre su participación en el programa Más Médicos" y sobre su acuerdo con el Gobierno de Cuba y la Comercializadora de Servicios Médicos S. A. (CSMSA).
Advierte que el Gobierno cubano "debe compensar" a los profesionales de la Isla que trabajaron en Brasil "por el monto total de los salarios que les fueron embargados". Critica que no hayan sido contratados bajo los mismos términos que los médicos de otros países.
La Habana se retiró de Más Médicos en noviembre pasado, después de que el entonces presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, amenazara con revisar los términos del contrato cuando asumiera la Presidencia.