Unos 2.500 empresarios de más de 60 naciones participarán desde este lunes en la edición 36 de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV), considerada la principal bolsa comercial de Cuba y en la que España volverá a ser el país extranjero más representado, reporta EFE.
Se espera que Miguel Díaz-Canel encabece la ceremonia de inauguración de FIHAV 2018, que se prolongará hasta el viernes 2 de noviembre en el recinto ferial Expocuba.
La presencia de Díaz-Canel sería una novedad, ya que Raúl Castro no solía acudir a la feria anual, aunque sí lo hacía habitualmente el fallecido Fidel Castro.
Como en años anteriores, España será el país con mayor representación, al contar con un total de 113 empresas —casi todas pymes— en tres pabellones, uno de ellos dedicado exclusivamente al País Vasco, que envía 30 compañías, indicó a EFE una fuente oficial española.
Estas empresas acuden a FIHAV 2018 a solo tres semanas de que el jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, viaje a La Habana los días 22 y 23 de noviembre para realizar la primera visita oficial a Cuba de un presidente español, desde que Felipe González estuviera en 1986.
En total estarán presentes en la FIHAV más de 2.500 empresarios extranjeros, alrededor de 30 cámaras e instituciones promotoras del comercio, unas 20 delegaciones oficiales de alto nivel y otros visitantes cubanos y foráneos, según una nota de los organizadores.
La feria comercial multisectorial más importante de Cuba, que se celebra cada año ininterrumpidamente desde 1983, cuenta con 25 pabellones en total emplazados en un área de 600.000m2, de los cuales 25.000m2 corresponden a zonas de exhibición o muestras.
Por parte la cubana, estará en FIHAV 2018 casi 350 empresas distribuidas en un gran pabellón central de unos 5.000 metros cuadrados donde "se mostrarán los bienes y servicios nacionales", declaró a medios estatales el presidente de la Cámara de Comercio de la Isla, Orlando Hernández Guillén.
Los expositores, funcionarios y especialistas en ese pabellón representarán a todos los sectores de la economía de Cuba.
El Gobierno pone cada año esperanzas en esta feria para atraer inversión extranjera que le permita paliar su crónica escasez de divisas.
Las autoridades de la Isla reconocen que la economía local necesita unos 2.500 millones de dólares anuales de capital foráneo, pero la burocracia, la lentitud en la aprobación de propuestas y las trabas a los inversores —entre ellas la prohibición de contratación directa de trabajadores— dificulta la concreción de negocios.
La Feria Internacional de La Habana busca ser una "plataforma de negocios para empresas nuevas en el mercado y para aquellas ya establecidas", dijeron los organizadores en una fórmula que repite la de los años precedentes.
Durante el evento se celebrarán diversos encuentros empresariales, rondas de negocios, seminarios, conferencias y otras actividades.
Entre ellas estará el Tercer Foro de Inversiones, para facilitar contactos de funcionarios cubanos con inversores de los países invitados, "compartiendo ideas e intercambiando sobre los retos que tenemos por delante en materia de atracción del capital foráneo", según los organizadores.
Se espera que, al igual que en la edición del año pasado, participen en FIHAV algunas empresas de Estados Unidos, a pesar del embargo que restringe los intercambios económicos y comerciales entre ambos países.
El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, opinó que la abundante presencia internacional en FIHAV es "una demostración más de que el mundo está con nosotros y de que el bloqueo aísla a Estados Unidos".
El Gobierno está en estos días en campaña por la aprobación, el próximo 31 de octubre, en la ONU, de otra resolución contra el embargo.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, ya está en Nueva York para asistir a la votación en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Este año, Washington impulsa un conjunto de ocho enmiendas que critican la violación de las libertades y los derechos humanos en Cuba para que sean incluidas en la resolución.
Las enmiendas señalan la falta de libertades civiles, políticas y económicas en la Isla, así como la ausencia de independencia judicial, las detenciones arbitrarias de que son objeto los opositores al régimen, la prohibición del derecho de huelga y las restricciones a la negociación colectiva de contratos por parte de los trabajadores, entre otros puntos.