Miguel Díaz-Canel dijo que habla "prácticamente todos los días" con Raúl Castro y que tiene con el general una relación "muy personal". En la primera entrevista concedida desde que asumió el cargo de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, hace cuatro meses, el gobernante descartó además un diálogo "entre desiguales" con Washington e intentó relativizar la eliminación del término "comunista" del proyecto de nueva Constitución castrista.
En la entrevista, concedida al canal Telesur, Díaz-Canel alabó a Raúl Castro y a la llamada "generación histórica".
"Ninguna" generación, "ni la mía ni las futuras, van a tener el mérito histórico que pudieron alcanzar Fidel (Castro), Raúl y la generación que ellos lideraron", afirmó.
Agregó que para él representa "mucho compromiso" el "estar transitando, dando los pasos por los caminos que ellos abrieron, caminando detrás de dos gigantes".
Díaz-Canel dijo que Raúl Castro, de 87 años, está pendiente de "con qué intensidad" él trabaja, así como "de todo lo que se hace", y lo "aconseja de manera muy sincera y sin el menor atisbo de una vanidad, de imponer o de limitarnos en algo", reportó EFE.
"A veces estoy sintiendo que es como un padre que me está guiando y que a la vez nos está dejando caminar, hacer sin dejar de cumplir sus funciones y su jerarquía como (primer) secretario del Partido", manifestó.
Afirmó que el pueblo cubano "está muy consciente de que Raúl está presente, está activo y está siempre al tanto, de todo lo que está sucediendo".
Añadió que "en todo lo que se hace hay una comunidad de compromiso del Partido, del Gobierno, de la Nación, con el pueblo" y dijo que se siente "muy seguro" al igual que los integrantes del Consejo de Ministros y del Gobierno "por tener esa línea, esa conducción y por la manera en la que él (Raúl Castro) educa".
El general "está pensando también en la continuidad de la Revolución, en el futuro de la Revolución", señaló Díaz-Canel, 58 años.
Comunismo, socialismo y matrimonio igualitario
También se refirió al proyecto de nueva Constitución que el castrismo somete actualmente a un "debate popular" tutelado por el Partido Comunista y que prevé sea "ratificado" en un referendo el próximo 24 de febrero de 2019.
Preguntado por temas del proyecto que han resultado polémicos, como los límites a la concentración de la propiedad y la riqueza, señaló que la discusión está en qué "debe estar en la Constitución y qué en las leyes y los procedimientos".
Es "el debate y la sabiduría popular quien va a decir la última palabra", dijo, aunque una comisión elegida por el régimen decidirá qué cambios propuestos por los cubanos se aceptan.
Negó que la eliminación del término "comunismo" en el Proyecto de Constitución sea una "renuncia".
"No lo entiendo como una renuncia", dijo. Justificó que el socialismo es un paso previo para alcanzar la sociedad comunista; por ello, "comunismo y socialismo están íntimamente relacionados" y "cualquiera de los dos términos implica el otro".
Defendió que, casi seis décadas después de imponerse a los cubanos el actual sistema de inspiración soviética, el país está hoy "más cerca de la construcción socialista".
Se mostró de acuerdo, por otra parte, en modificar en la Constitución la definición de matrimonio, lo que abriría las puertas a la eventual aprobación de una ley que avale el matrimonio homosexual en la Isla.
Sostuvo que coincide con el enfoque del reconocimiento de ese tipo de unión entre personas "sin limitaciones" y opinó que en el país "hay una evolución en el pensamiento". Reconoció, no obstante, que hay distintas posiciones en relación con esa propuesta.
La Iglesia Católica y las iglesias evangelistas presentes en el país se han mostrado abiertamente en contra de la modificación constitucional que allanaría el camino al matrimonio homosexual.
Lo que no será modificado respecto a la actual Constitución de 1976 es el poder absoluto del Partido Comunista, que se mantendrá como la "fuerza dirigente superior" del Estado, en un intento de blindar el sistema al prevenir la irrupción de otras fuerzas políticas.
"El enemigo de la Revolución cubana sabe que su arma es fragmentar nuestra unidad", alegó Díaz-Canel en aparente alusión Estados Unidos y los opositores cubanos.
Aseguró que las generaciones jóvenes del país "se identifican con la Revolución y con el Partido" y por tanto están a favor del sistema que prohíbe otras fuerzas políticas al margen del PCC.
"Queremos diálogo, pero tiene que ser entre iguales"
En otra parte de la entrevista, Díaz-Canel descartó que pueda haber diálogo entre La Habana y Washington mientras se mantenga lo que describió como "aberrante actitud" de la Administración de Donald Trump.
"Queremos diálogo, pero tiene que ser entre iguales, que se nos respete y no se nos condicione nuestra soberanía y nuestra independencia, porque no aceptamos imposiciones y no estamos dispuestos a hacer concesiones", afirmó.
"El diálogo también tiene sus reglas y no se puede aspirar a un diálogo entre desiguales, no se puede aspirar a un diálogo en donde en una parte haya prepotencia, hegemonismo, presiones", dijo, según citó la AP.
Criticó el incidente de los supuestos "ataques" a la salud de diplomáticos estadounidenses en La Habana, que ha hecho retroceder las relaciones entre los dos gobiernos sin que los expertos hayan podido dar una explicación definitiva.
Washington acusa al Gobierno cubano de no garantizar la protección de sus diplomáticas. La Habana niega toda implicación en los "ataques", que causaron problemas de salud a unos 25 funcionarios estadounidenses.
"Han creado toda una falacia, toda una historia con supuestos incidentes acústicos que han llamado incluso peyorativamente como ataques acústicos, término que nosotros no aceptamos porque nosotros no hemos atacado a nadie, ni aquí se violan los derechos de ningún diplomático", declaró Díaz-Canel, quien también consideró "imposible" que otra nación, o los rusos —como reportes de prensa no confirmados señalaron recientemente—, tuvieran participación.
La inusual entrevista generó muchas expectativas y en ella se le preguntó por la situación cubana, en la cual la crisis económica tiene fuerte impacto en la población.
Díaz-Canel culpó al embargo de Estados Unidos de muchas de las dificultades que enfrentan los ciudadanos, pero opinó que los jóvenes defienden continuar con la Revolución.
"La principal aspiración de esa generación no es estar contra el Partido o en contra de la Revolución. Una parte importante de esa generación se identifica la Revolución, su tema es que haya más avance", dijo.
Telesur fue una iniciativa del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para contrarrestar lo que consideró una ofensiva de las grandes transnacionales de la información al servicio de Estados Unidos.
La cadena tiene sede en Caracas y participa de ella, además del Gobierno cubano, el de Bolivia.